En este artículo vamos a hablar sobre un producto estrella en el cuidado de nuestra piel, un cosmético que se ha vuelto imprescindible a la hora de cuidar y lucir un rostro único y maravilloso.
Dicho producto no novedoso, todo lo contrario, se trata de un cosmético que lleva mucho tiempo a nuestro lado y que desde entonces lleva cuidando de nuestra piel y ahora vamos a convertirlo en nuestro gran aliado.
Nos estamos refiriendo a la mascarilla facial, seguro que todos habéis oído cosas sobre ella, o incluso la habéis visto en amigas o familiares, ¡incluso en las pelis aparece!
De lo que no estoy muy segura es de si todos vosotros sabéis usarla correctamente para poder beneficiaros de todas y cada una de sus propiedades. Por esto mismo, vengo a hablaros sobre ella y sobre su correcta aplicación, os va a sorprender los pasos tan sencillos pero os aseguro que son cruciales para que funcione y podamos exprimirla al máximo. Así que no os lo perdáis, ¡seguid los pasos y veréis como ahora si notáis cambios en vuestra piel!
Antes de empezar me gustaría dejaros por aquí un enlace que os dirigirá a las mejores mascarillas faciales, para que podáis encontrarlas directamente: Mejores mascarillas faciales.
La esencia del cuidado facial, la mascarilla
Como os he dicho antes, la mascarilla es un cosmético que tiene muchos años de historia, y que desde su descubrimiento poco a cambiado a como la conocemos en nuestro días.
Cuando escuchamos su nombre, se nos viene a la mente cientos de imágenes, la mayoría de ellas las que hemos visto en las pelis, donde este cosmético es sinónimo a noche de chicas, amigas que juntas llevan a cabo el ritual del cuidado facial.
También se nos vienen imágenes de relajación, un baño de espuma y sales de baños son imprescindibles en estas imágenes, y es que curiosamente al momento de la aplicación de dicho cosmético también se le ha atribuido siempre el momento de relajación.
Esto se debe a que desde hace cientos de años, cuando las mujeres, principalmente, se preparaban para su rutina de belleza lo hacían con todo y convertían ese momento en un pequeño tiempo dedicados a ellas, a su belleza y a su relajación. Algo que tristemente cada vez hemos ido perdiendo más.
Pero lo que no hemos perdido, de eso estoy segura, es el uso de la mascarilla. Sigue siendo un cosmético estrella al que siempre recurrimos para tratar las necesidades de nuestra piel.
¿Por qué resulta tan satisfactoria para nuestra piel?
Esta pregunta es muy sencilla de responder, ya que la mascarilla habla por sí sola, tan solo viendo como podemos fabricar una mascarilla ya podemos imaginar todas y cada una de las propiedades que puede ofrecer a nuestra dermis, más abajo os hablaré un poco de la cosmética casera, de este modo los que queráis lanzaros a hacer vuestra propia mascarilla, os resulte pan comido. Pero antes, vamos a hablar un poco más sobre ella.
La mascarilla es un producto que está creado a partir de la mezcla de ciertos ingredientes (hablaré siempre de las naturales), dichos ingredientes son muy comunes en nuestra vida, ya que puede ser desde un plátano hasta un aceite esencial, pero todos muy sencillos de conseguir (la mayoría los tenemos ya en casa)
Una vez que están mezclados, vamos a empezar a cubrir el rostro, aquí ya podéis imaginar la cantidad de beneficios que esto nos aporta, ya que vamos a verter en nuestra piel los ingredientes puros, dejándolos luego actuar por un tiempo, el necesario para que todas sus propiedades y nutrientes penetren en nuestra piel hasta su interior.
Imaginad si la fruta y verdura o aceites y plantas son buenas para nuestro consumo, ¿por qué ponerlas en nuestra piel para que esta absorba sus nutrientes iba a ser menos?
Antes de finalizar con la mascarilla, me gustaría dejaros por aquí un artículo donde podrás encontrar todo lo necesario sobre el uso de este producto, si aún no lo habéis visto os aconsejo que lo hagáis, os servirá de gran ayuda: Mascarilla: guía de uso.
¿Por qué es tan importante cuidar de nuestra piel? Averigua tu tipo de piel
Seguramente alguna vez os hayáis hecho esta pregunta, ¿por qué debemos cuidarla?, ¿qué importancia tiene?.
La respuesta vuelve a ser muy sencilla, la piel se trata de un órgano, aunque a veces se nos olvide (porque lo vemos y estamos acostumbrados a llamar órganos solamente a aquellos que están en nuestro interior, invisibles a nuestros ojos). Pero además no solo eso, si no que se trata del órganos más grande de todo nuestro cuerpo, y al igual que los otros, va a vivir toda la vida con nosotros, no tenemos un recambio. Por esto mismo, debemos cuidarla y mimarla con total ímpetu, para que nunca se vea afectada por nada. Si nuestra piel está afectada, nosotros estamos afectados y nuestra salud, por supuesto.
La piel tiene una función muy valiente, es la encargada de proteger nuestro organismo, la que está en la línea de batalla con todos aquellos factores que pretenden dañarnos. Que menos que se lo agradezcamos, escuchándola y ofreciéndole lo que necesita en cada momento.
Pero esto realmente es muy relativo, ya que no todos necesitamos lo mismo, como sabéis cada piel es diferente a las demás y lo que una persona necesita no tiene porqué necesitarlo otra. Ahora os preguntaréis, ¿y cómo sé lo que necesita mi piel?
Para esto lo primero que debéis saber es que tipo de dermis tenéis, una vez que lo sepáis, todo irá sobre ruedas. Para que podáis averiguarlo, voy a hablaros un poco de los tipos de pieles y de las principales características de cada una de ellas, de esta forma vais a poder identificaros en una de estas.
Cada piel es un mundo y tenemos que aprender a escucharlas, en este apartado os explicaré un poco sobre los tipos de dermis que podemos encontrar y sobre cada una de la peculiaridades de estas.
Os aconsejo que conforme vais leyendo, vayáis observando y analizando vuestro rostro, podéis usar un espejo si queréis. Encontrar vuestro tipo de piel es la única manera de poder cuidar vuestro cutis, así que vamos a ponernos manos a la obra.
Antes de empezar, aunque os voy a dejar por aquí las principales características de las pieles, os aconsejo que antes de decidiros le echéis un vistazo a este artículo, donde encontraréis todo lo relacionado con este tema de una forma mucho más extensa: ¿Qué mascarilla facial necesito según mi tipo de piel?
Piel seca
Cuando hablamos de piel seca, podemos imaginar sus principales peculiaridades. Se trata de una dermis que es incapaz de retener el agua que necesita para su buen funcionamiento y por esto mismo, sus principales características son, un rostro deshidratado, con escamas, picores, irritaciones, etc. Y por supuesto ese tono apagado y sin vida, que tanto se busca remediar.
Para el buen funcionamiento de esta piel, lo ideal es usar una mascarilla hidratante, ya que nos ayudará a atraer y retener el agua necesaria y de esta forma poco a poco ir consiguiendo un mejor aspecto y funcionamiento, ya que hemos hablado sobre ellas, voy a dejaros por aquí un enlace a un artículo muy interesante sobre estas, si las vais a usar os aconsejo que le echéis un vistazo antes: ¿Cómo hacer una mascarilla facial hidratante?.
Además también os recomiendo para esta dermis el uso de mascarillas iluminadoras, ya que ¿quién no quiere tener un rostro lleno de luz y con un color que devuelva la vida a su cara?, ya sabéis que «la cara es el espejo del alma», y para lucir un cutis cuidado, y que desprenda alegría, la mascarilla iluminadora es la mejor opción, os dejo por aquí también un artículo que será de vuestra ayuda: ¿Cómo hacer una mascarilla facial iluminadora?
Piel grasa
La dermis grasa, es la dermis de las imperfecciones más temidas por excelencia, nadie quiere tener las peculiaridades de dicha piel, aunque realmente no sean peor que las otras, pero sin embargo todos le tememos a un rostro lleno de granos, espinillas, puntos negros, poros visibles, textura untuosa y exceso de brillo.
El caso es que con esta piel se cometen muchos errores, empezando por el pensar que esta piel no necesita hidratación, cuando es todo lo contrario. El exceso de grasa no es hidratación, a veces es incluso un efecto rebote de la falta de esta.
Las mascarillas más recomendadas para esta piel son las de arcilla blanca o caolín, ya que esta sustancia tiene una gran propiedad muy beneficiosa para la piel grasa, tiene una gran capacidad de absorción. Os dejo de nuevo enlaces a artículos que van a ser de gran ayuda, tanto sus propiedades como beneficios: Propiedades de la arcilla blanca y Arcilla blanca beneficios para la piel. Además os aconsejo también que os informéis sobre todos los usos de esta maravillosa sustancia: ¿Para que sirve la mascarilla de arcilla blanca?
Sin embargo, eso no es todo, debido al gran auge de personas que buscan remedios para esta dermis, hay muchos productos que han ido apareciendo para ir ayudando a conseguir un rostro sano y deseado, pero de nuevo quiero destacaros un tipo de mascarilla que juntos con la de arcilla son las más recomendadas para esta piel, las de peel off. Son más peculiares, ya que tienen otro método de aplicación, adoptan una forma de película que luego hay que retirar despegandola de la piel, os recomiendo que le echéis un vistazo: ¿Qué es una mascarilla peel off? y ¿Cómo aplicar una mascarilla peel off?
Piel mixta
Se trata del tipo de piel más común, es decir, la mayoría de las personas tienen este tipo de dermis, y además coincide con ser el más difícil de identificar, ya que cuenta con características de las dos anteriores.
Entre sus peculiaridades debemos diferenciar dos zonas, la zona T (frente, nariz y barbilla) donde vamos a encontrar exceso de grasa, acné, puntos negros y poros visibles entre otros. Mientras que en el resto del rostro el aspecto será mucho más seco con características tan drásticas como las de la piel seca a veces.
Para tratar esta piel, lo ideal es usar una mascarilla específica en cada zona del rostro, es decir, una en la zona grasa y otra en la seca. Esto tiene un nombre y se trata de una técnica que se ha hecho muy famosa estos últimos tiempos, se trata del multimasking, «el arte de mezclar mascarillas». Os voy a dejar por aquí un enlace, ya que si vuestra piel es mixta, os aconsejo encarecidamente que busquéis información sobre esta maravillosa técnica: Multimasking.
Piel sensible
Este tipo de piel es el más difícil de tratar, ya que la mayoría de las veces debe estar bajo supervisión de un dermatólogo. Sus principales características son reacciones y alergias a determinado factores, por ejemplo se ve muy afectada con los cambios bruscos de temperatura o con el frío. Las peculiaridades un poco parecidas a las de la piel seca, ya que normalmente se irrita, enrojece, descama, tiene picores, falta de luz, etc.
Las mascarillas más recomendadas, además de las iluminadores al igual que la piel mixta, también se aconsejan las calmantes, ya que ayudarán a apaciguar los brotes de esta piel y conseguirán un aspecto mucho más relajado y sano.
Esta dermis debe tener mucho cuidado a la hora de adquirir cualquier producto, ya que debe fijarse detenidamente que no contenga ningún ingredientes que le pueda hacer daño.
Piel normal
Por último tenemos la piel normal, la menos común, pero la más deseada por todos. Se trata de una piel totalmente equilibrada y sin imperfecciones que se deban destacar, pero sin embargo es una de las que más cuidados necesita.
Ya que como sabéis, la dermis va cambiando, con el tiempo puede cambiar, y si tenemos la piel normal pero no la cuidamos adecuadamente lo más probable es que cambie y se transforme en cualquiera de las anteriores. Por esto mismo, lo ideal siempre es usar mascarillas hidratantes e iluminadoras, de esta forma nos aseguraremos de mantenerla siempre en buen funcionamiento.
Podemos identificarla por su tono rosado y sano, su rostro lleno de vida y liso sin imperfecciones.
El momento de la aplicación, paso a paso
Por fin hemos llegado al momento de la aplicación, seguramente esta sea vuestra mayor duda. Ya sabemos lo maravillosas que son y además sabemos cuál tenemos que usar según nuestro tipo de piel, pero ahora viene el factor determinante, la aplicación.
Si no aplicamos bien la mascarilla todo lo demás no habrá servido de nada, por esto mismo este paso debemos hacerlo de forma correcta, y para ello os traigo la rutina de la mascarilla paso a paso. Para que os sea más facial os lo dividiré en fases.
Preparación del producto y la piel
- El primer paso será determinar que mascarilla vamos a usar, para esto lo ideal es saber desde el primer momento que queréis conseguir con su aplicación, esto os dará el tipo de mascarilla que debéis usar.
- Lo segundo es decidir si esta va a ser comprada o casera, si la opción es la segunda, debemos prepararla en este momento, como primer paso y no debe pasar mucho tiempo desde su preparación hasta la aplicación. Si por el contrario la vais a comprar, recordad que lo ideal es que sean ingredientes naturales o al menos que no hagan daño en nuestra piel.
- En tercer lugar, ha llegado el momento de preparar nuestro rostro, para esto os aconsejo que retiréis todo el pelo que pueda interferir en él mientras estamos aplicando el producto. Podéis usar las típicas diademas que habréis visto cientos de veces (sobre todo en las pelis) o simplemente recoger vuestro cabello en una cola de la que no se vaya a salir ningún pelo.
- Una opción es usar rodajas de pepinos en nuestro ojos, esto ayudará a que nos relajemos más y además conseguir calmar esta zona tan delicada. Si lo vais a hacer, ahora es el momento de cortar las rodajas y dejarlas preparadas.
- El quinto paso es lavar el rostro con abundante agua y un jabón suave, ya que para que la mascarilla pueda funcionar adecuadamente, el rostro debe estar completamente limpio. Además os aconsejo que exfoliéis vuestro cutis, debéis usar un exfoliante y dejarla totalmente preparada para que los nutrientes de la mascarilla penetren de forma satisfactoria en la piel.
- Después de haber exfoliado vuestra piel, vais a calentar agua (ya la tendréis preparada) y vais a impregnar un paño en ese agua, que luego colocaréis sobre vuestro rostro durante al menos 3 o 4 minutos. Con esto vais a conseguir abrir los poros para que estos puedan limpiarse completamente y no quede nada retenido en ellos, que luego los puedan obstruir.
- Acto seguido, cuando hayáis retirado el paño de la cara, ha llegado el momento de aplicar nuestra mascarilla, pero antes debéis tener preparada una brocha especial para la aplicación o si lo preferís, podéis usar la yema de vuestro dedos, pero si la elección es la última, aseguraos de que estos estén completamente limpios y no vayan a estropear el proceso.
Aplicación de la mascarilla
- Ahora sí ha llegado el momento, vais a empezar a aplicarla cubriendo el rostro dando masajes con los dedos o con la brocha, de arriba hacía abajo, recordad no cubrir el contorno de los ojos ni los labios, podéis cubrir el cuello y el escote si queréis.
- Una vez que el rostro está completamente cubierto, vamos a dejar reposar la mascarilla el momento que se indique, no superando casi nunca los 30 minutos. Por esto mismo, debéis elegir un momento en que lo lo vayáis a dedicar a vosotros mismos y que no tengáis prisa por acabar rápido.
- Transcurrido ese tiempo, la piel habrá absorbido todos los nutrientes de la mascarilla y por lo tanto notaréis como poco a poco esta se va secando. Ha llegado el momento de retirarla y para ello, lavaremos el rostro con abundante agua templada hasta retirar el producto.
- Si no se ha quitado del todo y aún quedan restos, podéis usar un toalla limpia y dando toquecitos ir retirando los residuos restantes. Recordad que no debéis nunca frotar la piel.
- Por último vais a secar el rostro y de nuevo, podéis usar una tolla y dar toques, nunca frotar.
Después de la mascarilla
- Una vez que hemos terminado con nuestra mascarilla, podéis seguir con vuestra rutina de belleza, aplicando los diferentes productos que aplicáis normalmente.
- Uno de los cosméticos que quiero destacar y que os aconsejo enormemente que uséis cuando acabéis con la mascarilla, es la crema hidratante. Ya que normalmente la mascarilla dejará una sensación de tirantez (que irá desapareciendo a los minutos) y con el uso de la crema podréis mejorar su elasticidad y suavidad.
Dudas sobre la aplicación de la mascarilla
Acabamos de ver los pasos necesarios para la aplicación de la mascarilla, pero no quería terminar sin antes responder a unas dudas muy comunes de las personas que se deciden a usarla, así que voy a hablar sobre algunas preguntas frecuentes y veréis como todas vuestras dudas desaparecen.
¿Es imprescindible exfoliar la piel antes de la mascarilla?
Para el buen funcionamiento de la mascarilla y unos resultados completamente satisfactorios sí, es necesario exfoliar el rostro.
De esta forma preparemos el cutis para que esté listo para absorber al máximo todos los ingredientes que esta quiere ofrecerles, ya que de la otra manera si no exfoliamos, no penetran con tanta profundidad y tanto éxito todos los nutrientes de esta.
¿Por qué zonas empezamos a aplicar la mascarilla?
Lo más recomendable es empezar de arriba hacia abajo, es decir, de la frente a la barbilla (o cuello y escote, depende hasta donde quieras llegar) de esta forma nos estamos asegurando de no dejar ninguna zona sin cubrir, además de ir relajando el rostro, ya que también se aconseja ir haciendo masajes faciales (con movimientos circulares) mientras vamos cubriendo el rostro.
¿Cada cuánto tiempo debo aplicar la mascarilla?, ¿se aplica todos los días? y ¿cuál es el mejor momento del día?
La mascarilla no se debe usar todos los días, ya que podríamos hacerle daño a la piel. Lo ideal es usarla una o dos veces a la semana, dependiendo de tu tipo de piel y de la mascarilla que vayas a usar. El momento ideal en el día no existe, ya que cada personas podrá en una hora diferente a la que podrá otra. Pero si es cierto que por la noche antes de irnos a dormir, es el momento más recomendado, ya que es cuando nuestro cuerpo y por lo tanto nuestra piel se prepara para renovarse y regenerarse.
¿Todo el mundo independientemente de su tipo de piel necesita una mascarilla facial?
Por supuesto que sí, es un error pensar que solo algunas pieles necesitan cuidados como el de la mascarilla. Principalmente aquellas que potencian la hidratación y la iluminación de nuestro rostro. Como hemos dicho antes, la piel puede cambiar mucho a lo largo del tiempo, por lo que si no tiene un buen cuidado, podría empeorar.
Así que recuerda, todo el mundo independientemente de su tipo de piel deben usar masacarillas al menos una vez a la semana.
Los hombres también cuidan su piel
Es cierto que hace cientos de años esto era inconcebible, el hombre siempre ha rechazado el hecho de aplicar productos en su piel para verse mejor, porque simplemente este acto siempre se ha atribuido a las mujeres, ellas eran las que se preocupaban por estar bellas y cuidadas.
Sin embargo con el paso del tiempo afortunadamente, los hombre se han ido dando cuenta de que la piel es exactamente igual independientemente del sexo de la persona. Todas necesitan ser cuidadas y escuchadas.
Así que a día de hoy, muchos hombres y cada vez más, han optado por cuidar su piel y para ello usan productos y cosméticos, entre ellos, la mascarilla. Ya no es solo un producto de mujeres, es de todos y cada una de las personas que deciden cuidar y mimar su piel.
Aún así, todavía hay hombres que siguen asustándose ante una proposición de este estilo, ya que siguen viendo estos productos «de mujeres», a estos, les digo que tan solo deben pararse un momento y escuchar lo que quiere decirles su piel. Y por supuesto que no existen productos «de mujeres» o «de hombres», las dermis son iguales (con sus pequeñas diferencias, que no interfieren para nada en la aplicación de cosméticos). Así que hombres de todo el mundo, os aconsejo que empecéis a cuidar vuestra piel y lo agradeceréis eternamente.
Si decidís usar una mascarilla, la aplicación de esta es exactamente igual que la que os he facilitado anteriormente.
¿Cuándo notaremos resultados?
La impaciencia y el deseo de ver los resultados en nuestro rostro es algo que inevitablemente siempre está en nuestra cabeza, cuándo empezar cualquier proceso diferente, estamos constantemente mirándonos en el espejo, esperando ver cualquier mínimo detalle diferente que haya mejorado.
Pero nunca pensamos que nuestra piel necesita tiempo, para asimilar el producto que le estamos aplicando y para poder conseguir el hábito y de esta forma poder transformar y regenerar, dando lugar así a los resultados que estamos buscando.
Por esto mismo, lo único que se debe pensar es que debemos ser pacientes, la paciencia será la que haga más ameno el tiempo de transformación. Porque todo necesita tiempo, nuestra piel también y nosotros tan solo debemos esperar pacientemente.
Eso sí los cambios solo vendrán si somos constantes, de nada sirve estar unos días aplicando el producto y que otros se nos olvide hacerlo, de esta forma nunca llegaremos a ver nada. Así que recuerda, la constancia y la paciencia serán vuestros únicos objetivos para conseguir lo que deseáis.
No obstante, tengo que deciros que la mascarilla es un cosmético que suele dar unos resultados muy rápidos, es decir, que no se demoran mucho en aparecer. Incluso podrás notar los cambios desde la primera aplicación, pero no será hasta pasado un tiempo que consigamos el objetivo deseado.
La mascarilla casera, siempre la mejor opción
No voy a ocupar mucho tiempo con este tema, porque me encantaría que lo leyerais todo en este enlace, donde os explico con todo detalle la fascinación del mundo de la mascarilla casera: ¿Cómo hacer una mascarilla facial casera?
No obstante, no me iré sin deciros que tal y como he puesto en el titulo, la mascarilla casera siempre será la mejor opción. Además el proceso es tan sencillo que no tendréis que perder mucho tiempo en ello, es más, con tan solo 5 minutos (o incluso menos) de tu tiempo puedes tener una mascarilla preparada.
Además no solo basta con ser casera, los ingredientes deben ser naturales, para que de este modo, nos beneficiemos más aún. Nos estaremos asegurando de que no dañamos nuestra piel en ningún caso y todo esto con ingredientes que tenemos en casa. Tampoco es necesario que salgas a comprar nada, puedes hacer una mascarilla excelente con las sustancias que tengas en casa.
Lo único que debéis tener en cuenta es que cada piel es un mundo y aunque los ingredientes son naturales, también hay algunos que son más favorables para una dermis que otros.
Las mascarillas faciales caseras con ingredientes naturales tienen cientos de beneficios, si aún no las has probado, te aconsejo que lo hagas cuanto antes, no te arrepentirás y lo agradecerás siempre. ¡Así que no te lo pienses más!
Ahora que ya sabéis como aplicar de forma correcta vuestra mascarilla, además también sabéis otras muchas cosas más sobre ellas, espero que no tengáis dudas de que es un cosmético maravilloso y muy recomendado para el buen funcionamiento de la piel, así que espero que os haya servido de ayuda y empecéis a usar cuanto antes una mascarilla, ¡podáis lucir vuestro rostro como nunca antes, lleno de vida y de mimos!