A la hora de hablar de cómo desmaquillar los ojos, normalmente nos solemos centrar en los párpados. Sin embargo, no siempre le damos la importancia necesaria a las pestañas, que encima, por ser tan finas y delicadas, a veces entrañan ciertas dificultades.
Por ejemplo, si no vas con cuidado, puedes desencadenar que los pelitos se quiebren con mucha facilidad e, incluso, que lleguen a caerse, de manera que te quedarán poco pobladas y con un aspecto general menos espectacular.
Para solventar las dudas que puedas tener y descubrir cuál es el procedimiento adecuado en estos casos, de cara a evitar estos problemas, hoy me quiero detener a repasar todo a fondo para que luego puedas poner en práctica los consejos en tu casa.
Si lo haces, podrás evitar que las pestañas lleguen a sufrir, algo habitual cuando no vamos con cuidado. Por tanto, presta atención para conseguir que crezcan fuertes y sanas, independientemente del tipo de maquillaje que uses en tu día a día.
El mejor método para limpiar con delicadeza
Primero vamos a centrarnos en el eje central del artículo. Es decir, en cómo puedes retirar todo el maquillaje de tus pestañas sin hacer un estropicio por el camino. La clave reside en seguir unos cuantos puntos que son más sencillos de lo que podamos pensar al principio.
Prepara todo lo que vayas a necesitar
Antes de ponernos manos a la obra, es importante que tengas muy claro que la materia prima que vayas a utilizar es lo que va a determinar, fundamentalmente, la eficacia de la limpieza. Es decir, que tienes que buscar cosméticos de calidad.
Existen varias opciones a la hora de desmaquillar las pestañas, desde alternativas específicas para ellas a otras más genéricas, pero que también valen. Es decir, que da igual si eres más de leche limpiadora, de agua micelar o de aceite desmaquillante, opta por lo que prefieras tú.
Eso sí, claro, siempre y cuando sus formulaciones sean naturales, cuidadas e hipoalergénicas. Mientras que tampoco cuenten con sustancias nocivas o irritantes, como los parabenos y el alcohol, lo demás (textura, aroma, densidad) va en cuestión de gustos.
También puedes optar por hacer un desmaquillante natural casero como te indicamos aquí.
Luego, para aplicar el cosmético que hayas elegido, necesitas un disco con el que extenderlo y retirar la suciedad. Mi recomendación es que utilices uno de algodón, porque es el mejor material, ya que es eficaz a la vez que delicado con la dermis.
Por último, si tu maquillaje es fuerte, waterproof y/o intenso, ten preparado un botecito con bastoncillos de oídos, porque quizá tengas que recurrir a uno de ellos para dar los retoques finales y dejar tus ojos relucientes.
Retira el maquillaje poco a poco
Seguro que a ti también te ha pasado que algún día has llegado tan cansada que has intentado quitarte la máscara de pestañas deprisa y corriendo y, claro, aunque en el momento no te vieses muy mal, al día siguiente te has levantado con unos profundos círculos negros que te hacen parecer un panda.
Para evitar este problema tan común y dejar el contorno de tus ojos en perfecto estado, tienes que ir con cuidado y seguir siempre los mismos pasos. No temas, porque ni te va a robar tanto tiempo como pueda parecer ni hará que te comas demasiado la cabeza.
De entrada, coge unas gotitas del cosmético que hayas elegido, por ejemplo un buen desmaquillante bifásico, y échalo sobre el disco que vayas a utilizar. Deja que se humedezca, pero sin que llegue a empaparse hasta el punto de que llegue a gotear.
Una vez lo tengas, colócalo sobre uno de tus ojos (tenlo cerrado del todo, para que no te entre nada en el interior, pues podría llegar a escocer) y déjalo ahí durante al menos 15 segundos, mejor unos 30 si tu rímel es de los fuertes.
Cuando notes que el maquillaje se ha empezado a disolver, tienes que arrastrar el disco de algodón desde el interior hacia el exterior y moviéndolo hacia abajo, para que se vaya llevando toda la suciedad por delante.
Ten cuidado y no ejerzas demasiada presión ni tampoco lo frotes, porque la zona es muy delicada y podrías llevarte alguna pestaña por delante. Luego, repite exactamente el mismo proceso con un algodón nuevo en el otro ojo, hasta que ambos se hayan quedado más o menos limpios.
Para saber cómo desmaquillar correctamente los ojos, te hemos preparado el siguiente artículo.
Presta especial atención a las pestañas inferiores
Con este proceso que acabas de hacer, seguro que, siempre que hayas escogido un buen cosmético, habrás conseguido retirar la mayoría del maquillaje de tus pestañas. Sin embargo, ahora tienes que repasar toda la zona y, en especial, fijarte en la parte inferior.
La razón es que, como se ven menos, es más fácil que se nos pasen partículas de suciedad que se camuflan en ellas. Encima, es posible que durante la limpieza haya caído algo de la zona superior a la inferior, por lo que hay que echarle un vistazo.
Simplemente tienes que hacer lo mismo de antes: humedecer el algodón, dejarlo reposar y retirar. Si ves que has usado un delineador muy fuerte o de larga duración, es posible que tengas que acudir a un bastoncillo para las zonas más complicadas.
De nuevo, solo hay que echarle unas gotitas de tu limpiador de preferencia y, acto seguido, colocarlo unos segundos en aquellos lugares en los que haya que retirar más maquillaje. Los movimientos en este caso también de dentro hacia afuera, no lo olvides.
Con estas tres herramientas, seguro que consigues una limpieza perfecta que te deja la zona bien limpias. Mientras que el disco retira lo más gordo, el bastoncillo permite limpiar las pestañas por completo, de modo que estén siempre perfectas.
¿Lo sabías? El aceite de coco y su función como desmaquillante.
Otras precauciones que debes tomar
Por mucho que la limpieza sea esencial, también lo es que sigas otros tipos de cuidados previamente. La razón es que si aprendes a cuidar las pestañas antes y después de limpiarlas, conseguirás que se conserven en un gran estado durante más tiempo.
Es algo que, hasta que me lo comentaron, no me lo había planteado, pero si no sabes maquillar bien la zona o cómo cuidarlas después, luego tendrás más problemas a la hora de dejarlas limpias y relucientes. Por tanto, presta atención también a esta parte del proceso.
Para mí, un factor muy importante es que no tengas miedo. Si te preocupa hacerte daño en los ojos, es posible que vayas con demasiado cuidado y hagas mal algunos pasos. También tienes que saber que, en ocasiones, menos es más, como vamos a explicar.
Aprende a aplicar bien tu maquillaje
No es necesario echar una capa muy gruesa de rímel ni tampoco es bueno aplicarla demasiado rápido. Es mejor que te tomes tu tiempo, porque apenas te robará unos segundos más y así podrás perfeccionar tu técnica para que luego todo salga fluido.
El primer punto consiste en sacar el cepillo mientras presionas el lateral del envase para que la máscara quede bien homogénea y repartida por sus cerdas, pero nunca en bombear el cepillo, porque esto solo consigue secar el maquillaje e incluso fomentar que salgan grumos.
Además, tienes que retirar el exceso de máscara siempre antes de aplicarlo, porque lo contrario es contraproducente, y luego aplicarla mediante movimientos cruzados, en zig zag, desde la raíz hasta la punta en las superiores y sin llegar hasta el final en las inferiores.
Respecto a las capas, una suele ser insuficiente, pero tampoco tienes que pasarte. La clave está entre dos o tres, dependiendo del producto. Entre aplicación y aplicación, recomiendo que te peines las pestañas con un cepillo, y no te olvides de extender el rímel por encima y por debajo, para que queden bien envueltas.
Luego hay unos detalles que no debes perder de vista, como que el rizador se usa siempre antes de aplicar el rímel y que el cepillo que utilices determinará el resultado, porque los más gruesos y curvados consiguen unas pestañas más marcadas e intensas, mientras que los lisos ofrecen un acabado muy natural.
Aunque tendrás que buscar las instrucciones de uso de la máscara que vayas a utilizar, siempre debes tener presente lo que acabamos de ver para evitar que se formen esos molestos grumos, que luego harán más complicada la limpieza.
Te recomendamos: Otras buenas opciones para desmaquillar todo tu rostro.
Presta atención a los cuidados posteriores
Por último, hablemos de qué hacer una vez hayas terminado de desmaquillar. Al igual que cuando limpias tu cara después debes nutrir el rostro, las pestañas también requieren ciertos cuidados, para que se puedan conservar sanas, fuertes y bonitas.
Aunque lo esencial es eliminar las partículas de suciedad, luego es beneficioso que le eches productos que las fortalezcan. Para ello, viene genial la vitamina C, porque les aportará mucha energía y las dejará preciosas.
En caso de que no te apetezca dejarte mucho dinero en un nuevo cosmético, usa unas gotitas de aceite de oliva, que tienes que extender a través de un suave masaje, siempre con ayuda de un disco de algodón.
Hazlo con mucho cuidado, porque si te cae en los ojos, puede llegar a ser irritante, y luego retira los restos con un poquito de agua templada. Si sigues estas pautas y pones en marcha lo que hemos visto de cómo desmaquillar las pestañas, mantendrás tus ojos bien enmarcados.