Cara

Cómo hacer un desmaquillante casero

Tener un buen desmaquillante es vital para el correcto cuidado cutáneo. Si te apetece apostar por lo natural y el do it yourself, a continuación vamos a ver cómo hacer un producto casero en unos sencillos pasos.

Es cierto que hay tanta oferta en el mercado que puede parecer innecesario este esfuerzo. Estoy de acuerdo, porque además encontramos opciones de mucha calidad y a un precio estupendo, pero también es muy beneficioso cada dos o tres semanas alternar para que la dermis no se acostumbre.

Por ello, creo que las soluciones hechas en casa son muy interesantes, ya que además tienen la ventaja de que puedes adaptarlos por completo a las necesidades de tu piel y, también, a tus gustos personales.

Para que puedas conseguirlo, vamos a hacer un repaso de las mejores técnicas y de los ingredientes adecuados para quitar el maquillaje y limpiar el cutis. No te preocupes, que son compuestos fáciles de conseguir en cualquier supermercado.

Lo que hay que saber antes de empezar

Si quieres ponerte manos a la obra, primero conviene que sepas algunos detalles esenciales, pues si comprendes por qué haces lo que haces y cómo funciona el tratamiento, seguro que también logras mejores resultados.

¿Por qué es tan importante desmaquillar?

El maquillaje es precioso y se pueden hacer verdaderas virguerías con él, el problema es que luego no es tan divertido de retirar que de aplicar. Para facilitar el proceso, los productos de calidad son necesarios.

En esta línea, los cosméticos caseros presentan la ventaja de que no incluyen sustancias nocivas o potencialmente irritantes, como el alcohol o los parabenos. Salvo que los añadas, tú, claro, aunque no te lo recomiendo.

Pero, en cualquier caso e independientemente de la alternativa que tengas en tu poder, es necesario retirar el maquillaje antes de dormir o cuando ya no vayas a lucirlo más. La razón es que así liberas los poros y dejas que el rostro respire.

Esto es necesario, porque de otra forma se genera más sebo, la cara se nota más rugosa y el estado general de la dermis empeora. Por el contrario, si retiramos el maquillaje y de paso nos llevamos otras partículas de suciedad, la zona se oxigena.

La consecuencia es que también el resto de cosméticos que vayamos a aplicar penetrarán más a fondo, ofreciendo mejores resultados. Vamos, que lograrás una nutrición mejor, recuperar la elasticidad perdida, tersar la cara y que luzca más bonita.

Eso sí, debes saber que para que los efectos sean visibles y se prolonguen en el tiempo, tienes que ser constante con la aplicación y utilizar tu desmaquillante a diario, sin excepción, al menos durante las noches.

¿Con qué ingredientes deberías hacerte?

Ahora que ya sabemos la importancia que tiene utilizar un buen desmaquillante, vamos a repasar los ingredientes con los que puedes hacerlo. O al menos unos cuantos, porque en realidad hay muchísimas alternativas naturales.

Como verás, la mayoría son alimentos, por lo que podrás hacerte con ellos sin dificultades, y si no te gusta la solución, siempre te los puedes comer. Algunos de los más interesantes son:

  • Las infusiones, en especial la manzanilla (que al mismo tiempo reduce la inflamación), el té verde (un excelente antioxidante), el tomillo (es antibiótico, desinfectante y cicatrizante) y el romero (un antiinflamatorio genial para dermis sensibles)
  • Los aceites naturales, como el de oliva (acelera la recuperación de los tejidos), jojoba (mejora la flexibilidad y aporta suavidad), coco (frena el envejecimiento prematuro), almendras (estupendo para ojos sensibles) y avellanas (que también es apto para pieles algo grasas).
  • La vaselina, que contiene mucha grasa y además sirve para prevenir la deshidratación y conservar la elasticidad cutánea
  • El yogur tiene muchos beneficios y por lo general es muy suave, pues contiene ácido láctico, que es capaz de disolver los restos de suciedad y las células muertas que se acumulan en la dermis.

Los mejores remedios

Con este listado que acabamos de ver, vamos a dividir las soluciones en distintos grupos, en función de las necesidades generales de tu piel o lo que te haga falta en cada momento o zona, pues también puedes combinar diferentes remedios.

Para el maquillaje más resistente

Independientemente de tu tipo de piel, como vamos a ver en breves, existe maquillaje muy persistente que es difícil de eliminar. Para eso nada mejor que la vaselina, pues los aceites que la componen disuelven genial hasta el delineador de ojos más intenso.

Puedes emplearla tal cual, aunque si hace mucho frío quizá conviene que la calientes unos segunditos, para que actúe mejor. Coloca una pequeña cantidad en un pañito o en un algodón y úsalo para pasarlo por toda la tez.

Para pieles secas

En caso de que necesites una buena nutrición, es mejor que busques ingredientes humectantes con un elevado contenido en ácidos grasos, como son el aceite de coco y el de oliva, porque ayudan a retirar hasta el maquillaje más pesado.

Esta es la razón de que sea estupendo para quitar los restos de los ojos, aunque si tienes la dermis con tendencia a acumular sebo, no debes abusar de esta opción, porque podría ser contraproducente a largo plazo.

Para prepararlo, ten a mano un recipiente y agrega un cuenco de cada aceite, a partes iguales. Pero tienes que ir echándolo poco a poco, los dos a la vez, para que se vayan combinando bien, aunque de todas formas tienes que remover a continuación, mejor con una cuchara de madera.

Luego, además del uso habitual, puedes empapar dos discos de algodón y dejarlos sobre tus ojos, mientras ejerces una ligerísima presión, durante unos segundos. A continuación da unos suaves masajes circulares y retiras, ya verás como casi todo habrá salido sin problema.

Para pieles grasas

Si tienes un exceso de sebo o una tendencia a que te salgan granitos por doquier, conviene que no utilices ingredientes con una base de aceite o que sean muy densos. Por eso, las infusiones son la mejor opción, en especial la manzanilla y el té verde.

Por tanto, lo primero que tienes que hacer es poner a hervir agua un cuenco de agua y luego echarle una bolsita de cada uno de estos preparados. Retira del fuego y deja que se infusione durante 6 minutos antes de añadirle el jugo de medio limón, que es un gran limpiador.

En este caso concreto, el método de empleo es el que veremos más adelante, pero también tienes la opción de dejar la mezcla actuar alrededor de media hora en tu cara antes de retirar el resto con abundante agua tibia.

Para pieles mixtas o normales

Cerramos con una opción adecuada para todo el mundo, porque limpia a fondo sin añadir grasa ni tampoco resecar. Para ello necesitas un poquito de aceite de almendras y una infusión de tomillo, porque es una combinación que nutre, desinfecta y tonifica.

De nuevo, solo necesitas hervir medio cuenco de agua y preparar la infusión de tomillo, que debe hervir durante 5 minutos. A su vez, ten cerca un recipiente en el que mezclar medio cuenco de aceite y la infusión cuando se haya templado. Vuelve a hacerlo poquito a poco.

Un detalle que debes tener presente es que tienes que agitar el envase cada vez que lo uses, porque el aceite y el agua tienden a separarse. Por lo demás, debes conservarlo en un bote opaco con dispensador, como el resto de mezclas.

Otra opción muy interesante es una mascarilla a base de yogurt y unas gotitas de limón, e incluso miel si no tienes demasiada grasa. Tienes que batirlo un poco, mezclar con unas gotitas de jugo y extenderlo por la cara, dejar que actúe 10 minutos y retirar.

La manera de aplicar el producto

Por último, vamos a repasar rápidamente cómo hay que utilizar los desmaquillantes para sacar el máximo provecho. En realidad, no hay demasiado que decir, porque su uso es el habitual en estos casos y seguro que te lo conoces.

Simplemente ten en cuenta que es importante tener las manos limpias antes de extraer unas gotas de tu producto y echarlas en un disco de algodón, lo justo como para mojarlo un poquito. Lo siguiente es dar toquecitos sobre el rostro, empezando por las zonas más maquilladas.

Ten en mente que si se mancha mucho el algodón, tendrás que cambiarlo, porque de otro modo estarías arrastrando la suciedad de un lado a otro. Después, tienes que esperar medio minuto a que acabe de actuar y después aclarar la mezcla.

Pero también existe otra opción, que es emplear papel de cocina o, mejor, una toalla pequeña, que esta vez sí debes empaparla en la combinación. De esta manera habrás creado una toallita desmaquillante casera, con la que eliminar el maquillaje más persistente.

Después de todo lo que acabamos de ver, ya sabes cómo hacer un desmaquillante casero con ingredientes naturales y de calidad que puedes encontrar en cualquier sitio. Ya verás como resulta sencillo y los resultados harán que merezca la pena.