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Manteca desmaquillante de Natura Siberica: mi opinión

Aunque me encanta probar distintos cosméticos, nunca había utilizado una manteca desmaquillante. Por eso, quiero hablarte de mi primera vez, que ha sido con la alternativa de Natura Siberica, de la que te voy a dar mi sincera opinión.

Este producto, cuyo nombre completo es White Cleansing Butter, es una de las dos opciones con las que cuenta la marca. La diferencia con la versión negra, más allá del color,, es que el blanco es específico para las pieles con tendencia grasa o mixtas, como es la mía.

El formato oscuro es idóneo para dermis sensibles o muy secas, así que si esto es lo que necesitas, puedes darle una oportunidad en caso de que te convenza lo que voy a comentarte. Ambas se engloban dentro de la gama The Northern Collection, que ha alcanzado un gran reconocimiento.

Para empezar, porque su Jabón Negro Nórdico Détox se volvió tan popular que decidieron lanzar una colección en la misma línea, cuyas características principales tienen que ver con sus beneficios a la hora de cuidar la dermis, pero también con el mimo que pone Siberica en sus productos.

Lo digo, más que nada, porque me ha resultado muy interesante descubrir que no es solo que la formulación sea a base de plantas siberianas, es que encima han sido recolectadas a mano en asociación con pueblos autóctonos de Siberia.

Por tanto, se ayuda al sustento de las tribus indígenas del Norte, de Siberia y del Lejano Oriente, sin que en el proceso sufran tampoco los animales ni el ecosistema, porque todos los productos son cruelty free y ecológicos.

Si esto te suena bien, presta atención, porque a continuación vamos a explicar qué más tiene que ofrecer la manteca desmaquillante blanca y qué es lo que puedes esperar si te haces con ella.

Sus características esenciales

La manteca blanca limpiadora es, como su propio nombre indica, un cosmético denso de color blanquecino que recuerda en textura, forma y tamaño a, efectivamente, la manteca. Pero tras una apariencia que puede parecer un poco extraña, se esconden multitud de beneficios.

De entrada, nos encontramos entre sus principales ingredientes con el enebro silvestre siberiano, que aporta un ligero aroma y, sobre todo, un gran frescor y una enorme capacidad de revitalizar el rostro en el momento.

En la línea de elementos autóctonos, los aceites orgánicos de pino siberiano y espino cerval de mar de Altái son unos excelentes antioxidantes, que previenen la oxidación de las células para lograr que se mantengan en perfecto estado durante más tiempo.

También nos topamos con aceite orgánico de lino, que es un fantástico humectante. Aunque lo que más destaca en su formulación es la arcilla blanca, que elimina las toxinas y células muertas, además de ayudar a tensar la dermis, equilibrar el exceso de sebo y aportar una gran luminosidad.

Por supuesto, el producto está elaborado de forma artesanal y no es solo que sus compuestos sean naturales, es que cuentan con certificados que demuestran su buena calidad, como el Icea, Cosmos, Ecocert y Bdih.

Debo reconocer que no me convence que la producción se realice en instalaciones ubicadas en Estonia, porque al ser un producto ecológico, no entiendo por qué desplazar tanto su sede cuando podría realizarse de forma más local.

¿Para qué sirve y cómo debes utilizarlo?

Por mucho que el nombre del cosmético nos indica para qué sirve esta manteca, quiero profundizar un poquito más en esto, porque un desmaquillante puede tener diferentes usos. En este caso, se supone que es estupendo para acabar hasta con el maquillaje de larga duración o incluso aquel waterproof.

Para lograrlo, tienes que aprender la forma correcta de utilizar el cosmético. Al tratarse de una manteca, entiendo que tengas dudas, así que vamos a ir por partes. Pero no te agobies, porque es bastante más sencillo de lo que parece.

En mi caso, te recomiendo que te ayudes de una espátula para extraerla y extenderla, sin contaminar el producto. De todas formas, es esencial que tengas las manos bien limpias antes de comenzar, porque luego tendrás que servirte de ellas para masajear el cosmético por el rostro.

Lo siguiente es que lo emulsiones con agua para que se parezca más a una leche ligera que a una pasta. Mientras lo extiendes, haz especial énfasis en las zonas más maquilladas, como suelen ser los párpados, incluyendo las pestañas, porque es un área en la que solemos llevar cosas más intensas o pesadas. Ahí deja que actúe unos segunditos.

Disfruta de la textura mientras lo aplicas, porque es muy suave y la encuentro bastante agradable, pero ten  mucho cuidado de que no entre en contacto con los ojos, porque puede escocer un montón, te lo digo por experiencia propia.

Por último, aclara con más agua, o bien fría o bien tibia, para reactivar la circulación.  A diferencia de lo que sucede con otras versiones, aquí no es necesario una muselina caliente para retirar los restos. Hazlo como con cualquier otro limpiador normal y, cuando termines, prosigue con el resto de tu rutina, para que el rostro quede bien limpio y nutrido.

Otros detalles de interés

Por mucho que la formulación y el método de empleo sean esenciales a la hora de determinar la eficacia de un cosmético, hay otros elementos que son interesantes y que pueden resultar decisivos a la hora de darle una oportunidad o de repetir. Eso es lo que vamos a ver en este bloque.

¿Cómo es su textura?

Antes he dicho que la textura es bastante suave, pero es que es verdad. Por eso quiero especificar un poquito más cómo es el tacto que tiene una manteca porque, aunque parece algo pesado, luego tiende a ser mucho más agradable al entrar en contacto con la piel.

Como es tan untuosa, a veces es algo incómoda de extender, pero a su vez resulta más ligera de lo que esperaba. Para que te hagas una idea, es un poco como si te echaras mantequilla en la cara, por lo que en invierno también será más densa y en verano líquida.

Eso sí, el aroma es bastante intenso y peculiar. No es desagradable, pero huele muy fuerte a algo que no sabría describirlo, pero que me recuerda mucho a una infusión que has dejado que se haga demasiado tiempo, con un toquecito de cera muy fuerte.

¿Y su packaging?

En este punto, la verdad es que no me convence demasiado el formato. Da igual que no me parezca especialmente bonito (es demasiado simplón para mí, la verdad), porque eso podría pasarlo por alto si me pareciese más cómodo o práctico.

Pero es que el plástico me parece de mala calidad y los envases de rosca no me gustan nada, porque son poco higiénicos. Entiendo que al tratarse de una manteca sea necesario, pero a mí no me gusta demasiado.´

Por otro lado, sus 120 ml pueden parecer bastantes, pero si no has usado nunca un limpiador en este formato, tendrás que ir con cuidado para no desperdiciarlo. Al menos, el precio no es excesivo, porque cuesta 18€ en casi cualquier sitio.

Mi valoración final de la manteca de Natura Siberica

A estas alturas, seguro que ya te has formado tu propia opinión y que tienes incluso expectativas de lo que podrá ofrecerte este producto. Para ayudarte a disipar dudas, te vengo a contar mis sensaciones finales después de haber agotado el envase.

Tenía muchas ganas de hacerme por fin con una manteca y en general la experiencia ha sido interesante y satisfactoria. Más allá de lo que ya he comentado de la textura, me parece que sirve para desmaquillar con eficacia y en relativo poco tiempo.

Se nota que es un producto apto para dermis mixtas, como es mi caso, porque ni aporta sebo ni reseca la tez gracias a su acción astringente. En ese sentido, la noto muy equilibrada y me convence, aunque es verdad que luego deja una sensación un poco densa y que siempre debes aplicar una crema hidratante luego.

Al menos, no hay nada de brillos, eso hay que reconocerlo. En cuanto a los resultados en sí mismos, es cierto que elimina los restos de maquillaje y que es capaz de acabar con la sombra de ojos intensa, aunque se atasca un poco si hay purpurina de por medio.

Por otro lado, creo que no retira bien las células muertas u otras partículas de suciedad, porque no es tanto un limpiador general como un desmaquillante, pero eso ya nos lo había avisado su propio nombre.

Otra opción limpiadora: el agua micelar de Nezeni Cosmetics

Antes de terminar, no quiero cerrar sin irme con una recomendación extra. Sé que he hablado en otras ocasiones de este cosmético, pero es porque me encanta, pues contiene todos los beneficios de la manteca junto a otras ventajas muy interesantes.

Resulta que la formulación es completamente natural, por lo que cuida de tu dermis. Pero es que encima acaba con eficacia con las partículas de suciedad de cualquier tipo, lo cual incluye los restos de maquillaje y las células muertas que se acumulan y deterioran el rostro.

Además, también es apto para cualquier persona, porque es delicado con las pieles sensibles y no agrega grasa a aquellas que tengan mucho sebo. Encima, su textura es muy agradable y ligera, por lo que el método de empleo es cómodo y apenas te roba unos minutos.

El packaging en este caso me parece de mayor calidad, porque a su vez es mucho más práctico e higiénico, de modo que el contenido se conserva en buen estado durante muchos meses. Pero lo mejor es que también consigue aportar nutrición, dejar una agradable sensación de frescor y limpiar a fondo.

Todo esto puedes conseguirlo por casi el mismo precio del cosmético anterior, solo que encima por 20€ obtienes unos 150 ml que cunden mucho más de lo que nunca habría imaginado. Por eso, aunque mi opinión de la manteca desmaquillante de Natura Siberica es positiva, el agua micelar de Nezeni Cosmetics me parece el desmaquillador definitivo.