Cara

Cómo desmaquillar la piel correctamente

Si te gustan las sombras de ojo, los pintalabios y el colorete tanto como a mí, necesitas saber cómo desmaquillar la piel correctamente para mantener tu tez en plena forma, libre de residuos y bien nutrida en todo momento.

Porque, aunque llevar la cara a nuestro gusto es maravilloso, tenemos que aprender a eliminar los restos al final de la jornada, porque cuando se acumulan nos taponan los poros y encima también podemos acabar pringando la almohada mientras dormimos.

No solo eso, es que limpiar el cutis es muy importante para que conserve su buen estado de salud, porque los residuos que acumulamos a lo largo del día lo opacan, favorecen la desnutrición y fomentan el envejecimiento prematuro.

Sé que a veces da mucha pereza, sobre todo si llegas cansada del trabajo o después de una noche de fiesta, pero si estableces una rutina, te resultará más fácil seguirla y mantenerla.  Además, vamos a ver unas pautas muy sencillas, para que veas que no tiene por qué quitarte tanto tiempo.

¿Cuál es la mejor rutina limpiadora?

Por muy sencillo que sea utilizar un producto, todo tiene sus pasos. Al igual que en la cocina conviene seguir unas pautas para hacer un huevo frito correctamente, con los desmaquilladores ocurre lo mismo: son fáciles de usar, pero hacerlo perfecto tiene su truquito.

Para empezar, es importante que te hayas lavado bien las manos con jabón y agua, porque si no las tienes limpias, podrías contaminar el algodón o el disco que vayas a utilizar luego, de modo que acabarías extendiendo otra vez esas partículas por tu cara.

Del mismo modo, si tienes el pelo largo y/o flequillo, conviene que te lo recojas bien para quitarlo de en medio. De otra manera, podrías mancharte la melena, acabar desperdiciando el desmaquillante que has comprado y acabar ralentizando todo el proceso.

Estos son los pasos a seguir

Con todo esto claro, vamos a repasar los cuatro sencillos puntos que tiene este tratamiento en su versión más compleja. O, al menos, te voy a contar mi alternativa favorita:

Paso 1: Cuando tengas las manos limpias y la cara despejada, coge un agua micelar de calidad y adecuada a tu piel y un disco limpiador. Extrae una pequeña cantidad, moja el disco y da toquecitos por tu rostro, ejerciendo una suave presión, pero sin arrastrar ni friccionar la piel. Ve de dentro hacia afuera y en sentido ascendente para conseguir mejores resultados.

Paso 2: Después de haber retirado casi toda la suciedad y maquillaje de la cara en general, repite el proceso en los párpados con un desmaquillante especial para ojos. Usa un algodón para cada uno e intenta que los movimientos sean hacia abajo y muy cuidadosos, pues es un área sensible.

Paso 3: Si sueles llevar labiales potentes, te tocará hacer lo mismo en esa zona, pero con cuidado, porque es otra parte delicada. Busca un producto adecuado, que no resulte agresivo,  como una leche limpiadora.

Paso 4: Por último, vuelve a darle un repaso a toda la cara con otro disco y un poquito más de agua micelar. Así eliminarás las partículas acumuladas por completo y te quedarás con una agradable sensación de frescor y limpieza.

Entre paso y paso deja que pasen unos segundos sin cubrir la cara, para que los cosméticos empleados acaben de asimilarse con la ayuda del aire. En caso de que el producto sea muy denso o de que así lo indiquen sus instrucciones, tendrás que recurrir a un aclarado.

Otros detalles importantes

Antes de avanzar en este bloque, quiero aclarar que lo que acabamos de ver es mi técnica favorita, pero que cada persona tiene que encontrar lo que le vaya a funcionar y gustar. Para eso a veces es necesario hacer un poco de ensayo y error, y no hay de malo en ello.

En muchos lados he visto que se recomienda usar siempre una leche limpiadora, porque quita mejor el maquillaje por sus compuestos grasos, así que puedes darle una oportunidad y ver si a ti te va mejor que a mí. Del mismo modo, el tónico para cerrar la limpieza es muy beneficioso, aunque yo con el agua micelar tengo suficiente.

Eso sí, nunca te recomiendo que acudas a las toallitas desmaquillantes, ni aunque estés de viaje. La razón es que suelen tener alcohol y fragancias añadidas, que tienden a ser irritantes y pueden llegar a dañar el cutis, además de que se dedican más a trasladar la suciedad que a eliminarla con eficacia.

Decidas lo que decidas, no olvides apostar por cosméticos de calidad y que se adapten a ti. Al fin y al cabo, la limpieza facial consigue terminar de eliminar las impurezas, pero solo si los productos empleados no tienen sustancias irritantes o perjudiciales, que te acaben haciendo daño.

En caso de que no te hayas maquillado mucho, con un agua micelar de una buena marca seguramente sea bastante. Pero siempre te recomiendo hacer dos pasadas para acabar por completo con todo aquello que le da un aspecto rugoso, apagado y envejecido.

Además, recuerda que este tratamiento tiene que ser diario. Es más, habría que hacerlo por las mañanas al levantarse y por las noches antes de ir a dormir, para liberar el rostro después de tantas horas acumulando la suciedad, el sudor y el sebo.

No te olvides de los cuidados posteriores

Tras dejar la carita reluciente, podemos pensar que eso es todo y que ya hemos terminado. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que hay que aprovechar ese momento para hidratar la piel y mimarla como merece.

Al haber liberado la superficie cutánea de suciedad y células muertas, los tratamientos serán mucho más efectivos. Por eso es importante que tu rutina, ya sea desmaquillante o no, incluya siempre una buena limpieza como primer punto, antes de seguir con el resto de cremas.

Personalmente te recomiendo que comiences con un sérum, porque aporta mucha nutrición y luminosidad en pieles maduras y sirve para poner freno al acné en aquellas más jóvenes o con tendencia a la presencia constante de granitos.

Cuando se haya asimilado, aplica tu crema hidratante favorita. Ten en cuenta las necesidades de tu piel y busca cosméticos que ayuden a generar colágeno si ya has superado la barrera de los 30, o que tengan compuestos calmantes como el aloe vera si padeces dermatitis.

Si vas a salir de casa otra vez tras desmaquillante, antes de echarte las cremas o el sérum, es muy necesario que apliques un protector solar, porque previene enfermedades graves y reduce el envejecimiento prematuro, de modo que estarás frenando la aparición de las arrugas.

Con todo esto, espero haber dejado claro cómo desmaquillar la piel correctamente y que hayas descubierto que es muy sencillo. Así que ya sabes, recuerda limpiar tu rostro cuando llegues a casa para que se mantenga en plena forma.