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Descubre las diferencias entre el sérum y la crema

Esta es una de las preguntas que nos traen de cabeza a muchas de nosotras: ¿Cuál es la diferencia entre serum y crema?

Por falta de información nos hemos decantado por uno u otro producto sin saber realmente qué son, qué hacen y sus pros y contras. Incluso muchas hemos pensado que eran el mismo producto pero en distinto formato.

Nada más lejos de la realidad. El sérum y la crema, pese a que compartan propiedades en muchas ocasiones, son dos cosméticos con unas diferencias muy claras.

Por este motivo, creemos que es importante hacer esta distinción para que así puedas escoger el que más se ajuste a tus necesidades. O incluso combinarlos, que también es posible.

Todas tenemos uno o los dos en las nuestras repisas, pero aún hay muchas que tienen que quitarse la venda. ¿Nos acompañas?

¿Qué es un sérum?

Para variar un poco, vamos a empezar diciéndote lo que no es. Un sérum no es una crema a la que la industria cosmética le ha cambiado dos cosas y le ha puesto otra etiqueta para hacerlo pasar por un producto distinto.

¿Y qué es y para qué sirve? Te lo contamos en este artículo.

¿Cuál es su diferencia principal? Esta reside en su formulación. El sérum se caracteriza por la alta concentración de sus ingredientes y de los principios activos que contiene.

Esto se traduce directamente en la potencia con la que actúa este cosmético sobre nuestro rostro.

Para nosotras este es sin duda el punto más relevante del sérum, pues al final trata sobre qué contiene para así obtener los resultados que buscamos Sin embargo, esto no acaba aquí.

Los sérums suelen estar diseñados para actuar sobre particularidades o deficiencias concretas de tu piel.

serum

En el mercado puedes encontrar muchos tipos de sérum con cualidades extraordinarias que realmente producirán un cambio visible en tu rostro y en tu imagen.

  • El tipo más común es el sérum antiage. Este suele focalizarse en redensificar el rostro, aportar elasticidad, hidratar y en reducir los signos de envejecimiento.
  • Sérum antioxidante. Se caracteriza por generar una protección ante las agresiones externas y la contaminación. También previene a nuestro rostro de la creación de radicales libres y aporta luminosidad a nuestra tez. La vitamina C suele ser el activo principal.
  • Sérum nocturno. Este sérum, como indica su nombre, se aplica antes de acostarnos y su acción está orientada a restaurar y nutrir la piel mientras dormimos.
  • Sérum exfoliante. Incluyen ingredientes que producen un efecto de micropeeling para ayudar a purificar, regenerar y oxigenar la piel.
  • Sérum para el acné. Este incluirá principios activos calmantes, limpiadores y seborreguladores para poder cuidar tu piel mejorando la apariencia de tu acné. Aquí tienes las mejores opciones.
  • También puedes hacer tu propia versión casera con esta receta.

Estos son sólo unos ejemplos de los que puedes encontrar en el mercado. Y, como ves, su formulación estará orientada a la función concreta que desempeñará sobre tu tez.

Aprende a aplicarlo correctamente leyendo este artículo.

¿Y entonces qué es una crema?

Como te hemos comentado en el apartado anterior, la diferencia esencial que hay entre el sérum y la crema es la concentración de los principios activos.

La crema presenta una densidad más baja y, por lo tanto, un efecto menos intenso y más superficial en la piel.

Sin embargo, esta no es la única diferencia que existe entre estos cosméticos.

A continuación, te mostramos de una manera sencilla las diferencias esenciales que tienen estos dos productos.

Hidratación

La hidratación de ambos productos es intensa, pero la de la crema es superior. Te recomendamos combinar ambos para una mayor protección y nutrición de la piel dentro de tu rutina de belleza.

Cantidad de producto

Como el sérum es un producto concentrado, la cantidad de producto necesario en el momento de la aplicación es mucho más bajo en comparación con la crema.

De ahí que una menor cantidad de un sérum cunda más que la crema.

crema

Textura

La textura del sérum es más ligera que la de la crema. Suele ser acuosa, ultra-fluida o en formato de gel.

Por su parte la crema tiene una textura más untuosa o grasa. Esto afecta a su capacidad de absorción.

Poder de absorción

Directamente relacionado con el punto anterior, debido a la textura del sérum su poder de absorción es mayor y por tanto penetra con mayor rapidez en nuestra piel.

Intensidad de acción

Gracias a la concretación de principios activos, sus efectos penetrarán hasta las zonas más internas de la piel.

Sin embargo, los efectos de la crema son menos potentes y más superficiales.

Protección solar

Los sérums no suelen tener protección solar. Por lo tanto, es recomendable usar crema con factor SPF después de nuestro ritual si vamos a estar expuestas al sol durante el día.

¿Es posible combinarlos?

Otro de los puntos que cabría destacar es cómo utilizar estos dos cosméticos en nuestro día a día.

Ambos son perfectamente combinables y, aunque podemos hacer un uso indistinto de ellos (eso sí, teniendo en cuenta las recomendaciones sobre los sérum), los dos se pueden integrar en nuestra beauty routine.

Según los especialistas en cosmética, no se debe prescindir de la crema hidratante y sustituirla por el sérum.

En este proceso el sérum actúa como un potenciador de los efectos de la crema hidratante que te apliques a continuación.

Como puedes comprobar, ambos productos se pueden combinar dejando claro el papel de cada uno.

¿No es genial? Así no tendrás que quitar de tu repisa ninguno de los dos, es más, podrás incorporar el que te falte.

Para terminar, te aclaramos de manera esquemáticas tres conceptos finales que debes tener en cuenta entre ambos cosméticos.

Objetivos

Los fines del sérum y la crema son distintos y eso queda claro con las diferencias que hay en su formulación.

Tal y como te hemos explicado anteriormente, el sérum está orientado a producir un efecto concreto en nuestra piel, y por lo tanto, sus ingredientes se combinarán en este sentido.

Por su lado la crema está diseñada de manera general para aportar una buena dosis de hidratación.

Aplicación

Como el sérum tiene una textura menos densa que la crema es recomendable usarlo antes de esta. Así nos aseguraremos de que el sérum pueda penetrar correctamente en nuestra piel y alcanzar sus objetivos.

Criterio de elección

Aunque hay sérums que respetan tu tipo de piel, el criterio general es seleccionarlos cuadrando nuestras necesidades con el resultado concreto que proporciona el sérum.

Sin embargo, las cremas sí que tienen como criterio de elección el tipo de piel de cada una.

Esperamos que hayas disfrutado con este artículo y ahora tengas las cosas más claras sobre las diferencias entre serum y crema. Como solemos decir, la información es poder. ¡Hasta la pronto!