El método de doble limpieza facial es uno de los más importantes y recomendados para el tratamiento correcto de nuestra piel. Si te preguntas en qué consiste exactamente y cuáles son sus beneficios, has venido al sitio indicado.
Muchas veces no somos conscientes de la cantidad de suciedad que podemos acumular en la cara. Esto puede ser causado por diversos motivos, entre ellos nuestro modo de vida actual. El desgaste del día a día no nos deja demasiado tiempo para tratar como merece nuestra dermis.
La contaminación que encontramos en el aire de todas las grandes ciudades o el contacto continuo con otras personas y su sudor y bacterias, también hacen que se vaya acumulando las imperfecciones en nuestro cutis.
Eso sin contar con aquella que genera nuestro propio cuerpo: pasando por el sebo que produce la propia dermis, productos que usemos como protección solar o maquillajes… Todos esos elementos se van acumulando y van creando una capa de suciedad que nos acaba afectando.
Para poder alejarnos de toda esta suciedad que no podemos controlar en muchas ocasiones, lo mejor es tener una buena rutina de limpieza. Es en este contexto en el que aparece la doble limpieza facial.
Es posible que todavía no la conozcas, pero lo cierto es que en este sencillo cambio de hábitos se encuentra una clave necesaria para mejorar la salud de nuestra piel, y con ello, la de nuestro cuerpo y nuestra vida. No solamente hablaremos de cómo afrontar una nueva rutina diaria de limpieza facial doble, sino que también ahondaremos en todas las ventajas que nos ofrece este modo.
¿A qué llamamos doble limpieza?
La doble limpieza es simple y llanamente un modo de cuidado de la piel con orígenes en la cultura coreana basado en dos limpiadores diferentes. El primero estará con una base de aceite, y a ese le seguirá otro con una base de agua o gel. Aquí el objetivo es llegar a conseguir idealmente una piel lo más fina posible, y que esté libre de irritaciones.
Hay un principio respaldado por la ciencia en el que se basa este método, y es tan sencillo como que el aceite y el agua se repelen mutuamente. Es por ello que este dato que es usado para sacar la mayor cantidad de maquillaje de nuestro rostro y así poder contar con una piel mucho más limpia de la que obtendremos con otro tipo de propuesta.
La doble limpieza debe realizarse dos veces al día, una vez por la mañana y otra justo antes de irnos a la cama. Así conseguiremos tener una piel refrescada y limpia que incluso podrá mitigar síntomas de una piel gastada o cansada como la rosácea o el acné.
Es cierto que en algunas ocasiones se puede considerar que es mejor usar únicamente un agua micelar casera o en general otro tipo de limpiador suave por la mañana, para que no se trate en definitiva de un tratamiento tan agresivo. En realidad no debemos preocuparnos por esto último, siendo más bien la forma de organizar esta doble limpieza que vamos a afrontar una cuestión de gustos y necesidades de nuestra dermis.
¿Cuáles son exactamente los beneficios de la doble limpieza?
La doble limpieza tiene un objetivo principal que pasa por conseguir una piel mucho más saludable y bonita. Hay muchos elementos que podemos eliminar de nuestra vida con ella como la desagradable acumulación de aceites o las células muertas de nuestra piel.
Los limpiadores a base de aceite siempre van a poder eliminar mejor la suciedad de los cosméticos y los residuos a base de aceite. Y de igual manera los limpiadores a base de agua pueden eliminar mejor la suciedad de los cosméticos y residuos que no tienen esa base de aceite.
Por otra parte, la doble limpieza no solamente tiene estas cualidades que podemos destacar como positivas respecto al cuidado de la piel. Para muchas personas, el momento de afrontar una doble limpieza de su cara se convierte en un momento ideal para encontrarse con sí misma y poder dedicar un momento de tranquilidad para sus propios cuidados.
El placer de encontrar nuestro momento
Y es que en muchas ocasiones parece que no resulta tan fácil encontrar lugar para poder disfrutar de estas situaciones en las que también estamos mejorando nuestra forma de vida. Tenemos que aprender a encontrar placer también en aquellas cosas que nos sientan bien, y ser capaces de desconectar para poder sacar un tiempo para nosotros mismos, y eso es algo que no solemos tener en cuenta siempre tanto como en realidad deberíamos.
Así llegaríamos a aproximarnos a la mentalidad que prevalece en Corea del Sur, donde no se considera que el cuidado de la piel sea una imposición engorrosa sino que todo lo contrario se trata de una tarea gratificante en la que buscamos lo mejor para nuestro propio organismo y su conservación.
¿Cómo realizar una rutina completa de doble limpieza facial?
Aunque hay muchos productos que se pueden utilizar para una doble limpieza facial que resulte satisfactoria, la realidad es que de todos ellos vamos a tener que seleccionar siempre aquellos que resulten más cómodos para nuestro tipo de piel.
Al final es fundamental personalizar este tipo de tratamientos a lo que individualmente necesita nuestro organismo. Lo único que tenemos que tener claro para que todo funcione correctamente es que el primer cosmético debe de tener una base oleosa y el segundo debe de tener una base acuosa.
Esto no significa en absoluto que valga con usar cualquier producto que podamos encontrar. Ya que si nos confiamos con eso podríamos estar realizando sin ser conscientes un mal cuidado de nuestra piel que desde luego no tendría los resultados que podemos esperar tras lo leído.
Lo primero que hay que hacer una vez se tienen todos los productos a manos es recogerse el pelo -si se lo tiene largo- en una cola o también en una diadema. De ese modo evitaremos que el cabello entra en contacto con nuestra cara mientras nos la estamos limpiando o mientras estamos aplicando estos productos.
Limpiador con base oleosa
Es hora de comenzar con el limpiador de base oleosa. Lo aplicamos sobre nuestro rostro seco directamente con las manos, masajeando suavemente la piel haciendo siempre unos movimientos de forma circular. Entonces, aclaramos con agua.
Completando este paso, lo que vamos a conseguir es retirar cualquier resto de maquillaje que podamos tener y también los restos de cremas y proyector solar, además de poder deshacernos de la suciedad que acumulamos en la piel a lo largo de todo el día.
Algunos productos que podemos utilizar para este proceso son los siguientes:
Formulathions Infusions: Lavanda Cleansing Oil, aceite limpiador a base de Lavanda.
Bamboology: Sakura Cleansing Balm, con el 75% de ingredientes orgánicos certificados.
Farm To Fresh: Total Face Cleansing Oil, con ingredientes 100% naturales.
Detox Skinfood: Cleansing Balm, 100% vegano hecho a base de superalimentos.
Limpiador con base acuosa
Ahora que hemos terminado con esta primera parte de la doble limpieza facial, le toca el turno al limpiador de base acuosa. Se pueden tratar de geles, jabones, de cualquier tipo de producto de estas características.
Lo importante en cualquier caso es escoger uno que sea indicado concretamente para nuestro tipo de piel. Cuando hayamos retirado el exceso de agua tras poder aplicar el primer limpiador, colocamos este de una manera similar al anterior, haciendo pequeños masajes en nuestro rostro.
Una vez esté terminado, podemos retirarlos con abundante agua y secar nuestra piel con una toalla limpia y con toquecitos para no dañarla. Para tener en cuenta el tipo de producto que podemos usar en esta fase del tratamiento, hay algunos como estos:
Detox Skinfood: Active Cleanser, 100% vegano hecho a base de superalimentos.
Boddy’s Pharmacy: Deep Cleansing Face Gel, adecuado para todo tipo de pieles.
Farmaskin: Acnicure Cleansing Gel, específico para pieles con tendencia acneica.
Farmaskin: Mattmethod Purifying Gel, específico para pieles grasas.
El resultado final
Tras haber finalizado con estos dos primeros pasos fundamentales, ciertamente podemos dar comienzo a la aplicación del tónico que vayamos a utilizar y seguir con los siguientes pasos habituales de nuestra rutina. En realidad lo lógico es que cada persona sepa perfectamente qué es lo que necesita añadir al proceso y qué le suele funcionar mejor. Así, el concepto de la doble limpieza facial ya se habría completado con todas sus ventajas y necesidades.
Con todo esto, la doble limpieza facial se puede realizar tanto si ya estamos maquillados como si no, eso sí, ya que aporta igualmente a nuestra piel muchos beneficios. Si la hacemos antes de dormir, nuestra dermis también nos lo agradecerá al poder descansar mejor tras el desgaste de todo el día. En resumidas cuentas, la doble limpieza facial es un método muy sencillo y fácil de aplicar para mejorar la vida de nuestra piel.