Cuando hablamos de Social Business, nos referimos a una empresa que decide cambiar toda su estructura y sus esquemas para volverse más social adaptando las tecnología de la información y comunicación a la empresa en su conjunto.
Este cambio implica que la empresa abandone su filosofía tradicional para pasar a funcionar como un grupo de personas que interactúan entre ellos para lograr un objetivo en común que beneficie al conjunto social.
Dentro de esta adaptación las redes sociales son el reflejo de una empresa que ha sabido adaptar el Social Business a todos sus departamentos.
Sin embargo no todo el mundo comprende en profundidad el significado de Social Business y lo malinterpretan, utilizando éste simplemente para referirse a un negocio que está involucrado en las redes sociales. El Social Media es en realidad una estrategia de comunicación de cualquier empresa que implica el uso de los diferentes medios de comunicación virtual.
Sin embargo, esta confusión no es el problema principal del Social Business, sino la falta de comprensión de cómo una organización puede hacer la transición de un esquema tradicional a uno que la encuadre en el marco de negocio social.
El origen del problema
No basta con predicar los rasgos y beneficios de una organización más colaborativa, ágil, informada y adaptativa y esperar que las empresas se conviertan en eso. Hace falta un cambio en la organización cultural muy arraigada en la filosofía corporativa.
Esta transición no es nada sencilla pues las organizaciones han evolucionado a lo largo de los siglos con una estructura jerárquica y un modelo de gestión que controla la mano de obra, los procesos y los presupuestos.
La revolución industrial trajo consigo el deseo de trasladar trabajos para artesanos cualificados a roles escalables que podrían hacerse con mano de obra más barata y complementados con mecanización.
Para aumentar los márgenes de beneficio, se buscó mejorar la eficacia mediante la división de tareas específicas en segmentos que los trabajadores podrían hacer de una manera repetible y consistente. Este sistema es conocido como Fordismo aunque también está inspirado en la cadena de mando militar.
Los militares tienen medios efectivos, muy viables para controlar la gestión y procesos de toma de decisiones que desea segmentar las tareas en roles muy estrechos y específicos.
Se tomó prestado el modelo jerárquico de rangos y autoridad, distribuyendo la segmentación de las funciones laborales en toda la organización. Aquí es donde se crearon los departamentos centrados en funciones individuales como marketing, ventas, etc. y se desarrolló la metáfora de los negocios como máquina.
Hoy, es difícil para nosotros imaginar un momento en que este tipo de división funcional del trabajo no existiera. Este modelo de comando y control siempre se ha utilizado cuando existía la necesidad de escalar.
A medida que avanzamos progresivamente hacia la era del conocimiento y la tecnología, surgen nuevos trabajos y formas de interactuar entre las personas, siendo este modelo cada vez menos efectivo.
Sin embargo la era industrial no sólo determinó la estructura de todas las empresas, también todo un sistema financiero se construyó a su alrededor. No puede cambiar efectivamente una organización, se tiene en cuenta las obligaciones y presiones tradicionales en las que todavía se trabaja.
Cómo ser una empresa Social Business
Ser social business implica abordar un problema social como educación, salud, acceso a la tecnología y medio ambiente, que amenacen a las personas y a la sociedad, creando una estructura y un diseño para poder resolverlo. La compañía debe ser financieramente autosostenible sin pérdidas ni dividendos. No maximización de ganancias.
Las ganancias se reinvierten en el mismo negocio o se utilizan para iniciar otros negocios con el objetivo de aumentar el impacto social, expandir el alcance de la empresa, mejorar los productos, servicios u otras formas subsidiar la misión social. Los inversores recuperan solo la cantidad invertida. No se dan dividendos más allá del dinero de dicha inversión.
Cuando la inversión se devuelve, las ganancias de la compañía se queda con la compañía para su expansión y mejora. La fuerza laboral obtiene un salario de mercado con mejores condiciones laborales.