El café es el motor que mueve el día de muchas personas. Pero, ¿sabías que además de mantenernos despiertos es un estupendo exfoliante? Si quieres descubrir más sobre sus beneficios y acerca de cómo puedes hacerlo sin moverte de casa, has llegado al post adecuado.
Porque sí, utilizar los beneficios de esta bebida excitante para limpiar la piel a fondo y dejarla libre de imperfecciones es mucho más sencillo de lo que parece.
Solo necesitarás un puñado de ingredientes, un poquito de mañana y, sobre todo, muchas ganas de cuidarte.
Antes de ponernos manos a la obra, también es importante que hablemos primero de cuáles son los beneficios de este tratamiento y de por qué este compuesto es tan adecuado para realizarlo.
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A su vez, haremos un repaso del método de empleo idóneo y de las mejores mezclas a tu disposición.
Así que, si quieres iniciarte en el fascinante mundo de los cuidados cutáneos a base de cafeína, no tienes más que prestar atención y seguir leyendo.
Pero, cuidado, porque una vez descubras todos sus beneficios, ya no habrá vuelta atrás.
En qué consiste una exfoliación y por qué es tan beneficiosa
La exfoliación es un tratamiento que actúa sobre las cinco capas que conforman la epidermis (es decir, la capa más externa de nuestra piel), de manera que consigue eliminar las células que han cumplido con su ciclo vital a la vez que logra generar nuevas.
Debido a esto, consigue acabar con el cúmulo de pieles muertas, partículas de suciedad, exceso de sebo y otros restos que se van quedando apelotonados en nuestra dermis y que, como consecuencia, hacen que esta se vea más áspera, grasa y sin brillo.
Es decir, que su método de actuación consiste precisamente en retirar estos elementos del cuerpo, para evitar que se sigan acumulando.
Esto permite liberar los poros y oxigenar la piel, lo que como consecuencia evita la aparición de acné y de líneas de expresión marcadas.
De esta manera, podemos decir que los principales beneficios de la exfoliación son los siguientes:
- Acabar con todas las impurezas, células muertas o restos de suciedad acumulados a lo largo de la semana y ofrecernos una limpieza en profundidad.
- Oxigenar la dermis y permitir que respire. En parte esto se debe a que desobstruye los poros.
- Aumentar la proliferación celular, de manera que nazca una nueva capa más lisa, sana y radiante.
- Eliminar marcas como las manchas, los granos o las arrugas gracias a que le otorga un aspecto más uniforme a la piel.
- Estimular la microcirculación de las diferentes zonas, lo que permite que el flujo sanguíneo lleve los nutrientes necesarios a todo el cuerpo por igual.
- Prevenir y acabar con hoyuelos o irregularidades de la dermis como son la celulitis o las estrías.
- Evitar que el vello se quede enquistado, de modo que no pueda dar lugar a molestos bultitos.
- Preparar el cuerpo para otros tratamientos, como puede ser la depilación.
- Hacer que el resto de cosméticos que se apliquen a posteriori penetren mejor y a más profundidad en la piel, lo que hace que actúen con mayor eficacia.
Como resultado, la piel de nuestro rostro y del resto del cuerpo se queda profundamente saneada, ya que se aprecia limpia, con la textura uniforme, libre de imperfecciones y bastante más suave al tacto.
¿Por qué apostar por la cafeína?
En el caso concreto que nos ocupa, el café, a la hora de cuidar la dermis, tiene grandes ventajas debido a sus diversas propiedades. Eso es precisamente de lo que hablaremos en este apartado.
Para empezar, al tratarse de una sustancia estimulante consigue reactivar nuestro metabolismo.
Esto es posible gracias a que sus efectos diuréticos y desintoxicantes permiten la correcta eliminación del exceso de grasa de las capas internas de la dermis y de las toxinas.
De esta manera, su aplicación consigue que todo funcione mejor en nuestro interior y logra acabar con los cúmulos de sebo, sobre todo en aquellas áreas más conflictivas (como las caderas o los glúteos), de modo que tonifica todo el cuerpo gracias a su excelente efecto lipolítico.
A su vez, la cafeína es capaz de mejorar la circulación sanguínea, estimular la renovación celular (de modo que la dermis esté más sana, joven y bonita), regular el pH y prevenir las señales que indican el envejecimiento prematuro de la piel, como son las arrugas o las manchas.
Pero esto no es todo, ya que debido a su textura granulada funciona a la perfección como un exfoliante capaz de eliminar la suciedad o las células muertas que se acumulan en las capas externas de la dermis y que, como resultado, taponan los poros y hace que se vea deslucida.
Además, su uso en este tratamiento impide la nueva acumulación de sebo y de otras impurezas, combate la presencia de acné, mejora la microcirculación y fomenta que crezcan nuevas células.
El resultado es que aporta luminosidad y tiene un gran efecto de rejuvenecimiento general.
Por si fuera poco, consigue mejorar la textura de la dermis, unificarla y hacer que se regenere debido a que su poder antiséptico y antiinflamatorio acelera mucho el proceso de cicatrización.
Así, reduce la presencia y el aspecto de marcas como las estrías, la celulitis o incluso las ojeras.
También sirve como protector, ya que ayuda a restaurar la barrera de protección natural de la piel en parte porque consigue reactivar la propia producción de colágeno, lo que le devuelve la elasticidad y resistencia perdidas a la piel, haciendo que recupere su estado óptimo,
Asimismo, su elevado contenido en antioxidantes y polifenoles sirven de defensa frente a los daños provocados por los rayos UVA.
Esto no quiere decir que sirva como sustituto de un protector solar, pero sí que puede ayudarnos a hacer frente a sus nocivos efectos.
Cómo hacer tu propio exfoliante de café sin moverte de casa
Ahora sí, después de este repaso de conceptos básicos ya podemos centrarnos en ver cuáles son las mejores mezclas que puedes crear desde la comodidad de tu hogar para cuidar tu piel a base de exfoliaciones de café.
Como existen multitud de variedades, he decidido centrarme en aquellas realizadas en exclusiva a base de ingredientes naturales, en las que no son necesarios demasiados compuestos y cuyo nivel de dificultad es muy bajito.
Además, todas ellas tienen en común -más allá del elemento clave, por supuesto- que son cómodas de realizar y aplicar, pero también que resultan muy eficaces y altamente beneficiosas, como en breves podrás comprobar por ti misma.
Eso sí, asegúrate de emplear un café cuyos granos tengan el tamaño medio.
Si son demasiado pequeños podrían resultar ineficaces, mientras que aquellos muy grandes pueden dañar tu dermis, sobre todo si la tienes especialmente sensible.
Mi consejo es que apuestes por el grano molido.
Con el compuesto principal listo, vamos a dividir los tratamientos en dos grandes bloques (aquellos aptos para todo el cuerpo y los diseñados especialmente para la cara), para que puedas ponerte manos a la obra cuanto antes.
Las mejores mezclas para cuidar el rostro
En este caso, al tratarse de una zona de dermis especialmente fina y muy expuesta a los factores externos, tenemos que tener en cuenta su delicadeza a la hora de exfoliarla, pues aquellos tratamientos muy agresivos podrían dañarla.
Por eso, conviene que emplees siempre ingredientes con grandes propiedades nutritivas y que. a su vez, ofrezcan una limpieza completa, pero sin resultar en exceso abrasiva.
Respecto a la aplicación, ten cuidado de no cubrir el área que bordea los ojos, ya que es especialmente sensible y podría inflamarse si algo de la mezcla entrase en el globo ocular.
Por lo demás, el proceso no tiene mayores complicaciones.
Si quieres dos buenas fórmulas sencillas, rápidas, cómodas y muy beneficiosas, a continuación te dejo dos grandes alternativas:
A base de miel y sal
En el caso de la miel, nos encontramos con un ingrediente natural que otorga suavidad a la mezcla, hidrata en profundidad y, como resultado, deja el cutis realmente sedoso.
Por su parte, el azúcar permite una limpieza excelente en muy poco tiempo, consiguiendo gracias a sus granos liberar los poros con eficacia y sin causar molestias.
De esta manera, si mezclas una cucharada de cada uno de estos elementos con una de café y los mezclas bien, obtendrás un mejunje perfecto para dejarlo actuar alrededor de 10 minutos.
Mascarilla de leche y cacao
En esta ocasión, debes mezclar seis cucharadas de leche de vaca entera (aunque si eres vegana, puedes utilizar la de almendras, que encima es muy nutritiva) con seis de cacao en polvo (del de desayuno) y cuatro de café molido.
Bate todo bien hasta que consigas una textura suficientemente pastosa como para aplicarla en tu rostro. Hazlo mediante movimientos en círculos y espera con ella puesta en torno a 20 minutos.
Después, retira con abundante agua y disfruta de la hidratación y luminosidad que aporta desde el primer instante. Encima, deja un olor sutil pero muy agradable, que resulta perfecto para comenzar el día.
Las remedios ideales para nuestro cuerpo
Aunque el cuerpo es menos delicado, en general, que el rostro, tiene la particularidad de que puede presentar zonas con características distintas.
Por ejemplo, puedes necesitar un tratamiento antiestrías en los muslos y uno muy nutritivo en los brazos.
Por eso, en este apartado veremos algunos de los mejores exfoliantes para cada caso. Recuerda que puedes utilizar diferentes métodos en las distintas zonas, así que luego dependerá de ti cómo decidas combinarlos para potenciar sus beneficios.
Para una exfoliación suave y profunda
Si tienes la dermis sensible o sufres problemas de alergia, conviene que apuestes por compuestos eficaces pero respetuosos con la piel.
Es el caso del azúcar y del aceite de coco, que además de oler estupendamente, aporta mucha hidratación.
Solo tienes que poner en un recipiente media taza de café molido con un cuarto de azúcar moreno, añadir tres cucharadas de postre de aceite de coco y batir hasta que obtengas una pasta homogénea.
La acción combinada de los granos de unos y otros logra exfoliar el cuerpo en profundidad, dejando los poros limpios y permitiendo que las células cutáneas se renueven.
Es decir, que limpia a fondo a la vez que aporta una gran dosis de nutrición.
Encima, esta mezcla tiene la ventaja de que se puede conservar hasta dos semanas en perfecto estado si la guardas en la nevera, por lo que no tendrás que preocuparte si te sobra una cantidad.
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La mejor manera de acabar con la grasa
Puede que en momentos puntuales (como la semana previa a que te baje la regla) necesites hacer frente a los granos.
O puede que tu problema de acné sea generalizado. De una manera u otra, este exfoliante es para ti.
Solo tienes que mezclar un yogur natural con dos cucharadas de café.
Al tratarse de un compuesto suave y sedoso que se combina con la riqueza en antioxidantes de los granos de nuestro ingrediente estrella, lograrás eliminar de una vez el exceso de grasa.
Además, como ninguno de estos elementos añade sebo, pero sí aporta algo de nutrición, es perfecto para combatir este problema.
Tampoco podemos perder de vista que el yogur es bastante suave y delicado con la dermis, de manera que no pasa nada si realizas este tipo de exfoliación hasta dos veces por semana.
Apuesta por un tratamiento anticelulítico
En caso de que la piel de naranja sea una de tus preocupaciones y lo que estés buscando sean maneras eficaces de combatirla, como ya hemos comentado, el café será uno de tus grandes aliados.
Debido a sus múltiples beneficios, consigue reducir su aspecto, tonificar y unificar. Para conseguirlo, debes mezclar bien una taza con una cucharada de aceite de oliva y la clara de un huevo fresco.
Bates bien en un bol hasta que se mezclen y, cuando te haya quedado algo suficientemente cremoso, lo aplicas a modo de masaje en la zona a trabajar y lo dejas reposar más o menos 15 minutos.
Si eres constante y realizas este tratamiento varias veces al mes, seguro que aprecias sus resultados.
Aunque, claro, para que la celulitis desaparezca del todo, es igualmente importante que adoptes un ritmo de vida más sano.
Dile adiós a las estrías
En la línea del punto anterior, si tu problema es que tu cuerpo se ha llenado de unas marcas resultado del estiramiento brusco de la dermis, necesitas una exfoliación particular que te ayude a recuperar la elasticidad y a aumentar la hidratación.
Para conseguirlo, la renovación de la piel es esencial, ya que es lo que le permitirá mostrarse unificada, lisa y suave.
Por ello, un compuesto como el aloe vera te permitirá alcanzar tus objetivos, puesto que ayuda a cicatrizar, a nutrir y a cuidar la zona en general.
Solo debes mezclar una cucharada de este gel natural (ya sea comprado o extrayendo tú misma la pulpa de una hoja de la planta) con unas gotitas de agua tibia y una cucharada sopera de café. Remueve bien y extiende el resultado.
También puedes optar por una opción alternativa, que consiste en combinar la taza de café molido con dos cucharadas pequeñas de aceite de almendras, ya que es un excelente humectante.
Una solución rápida e inmediata
En caso de que vayas apurada y no puedas permitirte invertir demasiado tiempo en crear un exfoliante casero, esta solución es tan sencilla que seguro que te saca de más de un apuro sin robarte apenas unos minutos.
Para obtenerla solo debes mezclar dos cucharadas de café molido con la crema corporal hidratante que suelas utilizar habitualmente en tus rutinas diarias.
De esta manera, en tan solo unos instantes, podrás librarte de las toxinas, las células muertas y el exceso de sebo a la vez que tratas con delicadeza la dermis y le aportas una buena dosis de nutrición.
Y si estas mezclas no han sido suficientes, aquí tienes más opciones para elaborar tu propio exfoliante casero.
Todo lo que debes saber sobre el método de empleo
Una vez que ya sabemos por qué los exfoliantes, y en concreto los hechos a base de café, son tan beneficiosos y hemos repasado las mejores mezclas caseras, solo nos queda por ver cómo debes aplicar este tratamiento.
Puede parecer una tontería, pero es que un mal uso puede llevarnos a perder el tiempo y a echar por tierra las propiedades de un producto, así como generarnos algunos picores o rojeces en este caso si no vamos con cuidado.
Tampoco te preocupes, porque si aprendes a escuchar a tu piel y sigues unas pautas muy sencillas no tienes nada que temer.
Por tanto, toma buena nota para que no se te escape nada.
¿Cómo deberías aplicarlo?
A la hora de utilizarlo, la verdad es que un exfoliante no se diferencia mucho de cualquier otro producto cosmético tradicional, ya que los puntos que debemos seguir son en esencia los mismos.
Para empezar, es esencial que solo los utilices sobre la piel previamente limpia. Si retiras las partículas de suciedad más grandes con un algodón y unas gotitas de agua micelar, permitirás que el exfoliante penetre mejor y que, así, sea más eficaz.
Como además conviene que la dermis esté ligeramente húmeda, para aumentar sus efectos y reducir la agresión, el momento adecuado para realizar este tratamiento es justo después del baño o de la ducha.
A su vez, no te olvides de lavar bien tus manos. La higiene de esta zona se ha vuelto especialmente importante en estos últimos meses, pero es que además en este caso es vital, ya que serán nuestra herramienta principal a la hora de aplicar el producto.
Cuando tengas todo listo, emplea las yemas de tus dedos para coger una pequeña dosis e irla aplicando, ya sea por la cara, por el cuerpo o por todas partes.
Lo principal es que vayas poco a poco para evitar que se formen pegotes.
También es importante que vigiles que la capa sea uniforme.
Si quedan zonas sin cubrir u otras con demasiado producto, estarás desperdiciando el exfoliante y, además, esto podría hacer que el resultado no sea el mismo en toda tu piel.
En cuanto a la manera de aplicar el tratamiento, debes extender el mejunje realizando una ligera presión y a través de movimientos circulares, a modo de masaje, como haces con el resto de cremas normalmente.
Además, intenta que los movimientos sean siempre ascendentes. Gracias a estas pautas, conseguirás activar la circulación, romper los posibles nódulos adiposos y permitir que la mezcla penetre mejor y, por tanto, consiga una limpieza más a fondo.
También puedes ayudarte de un guante, esponja o cepillo exfoliante, o complementarlo con ellos.
Lo siguiente que debes hacer es tener un poco de paciencia y aguardar a que la mascarilla exfoliante haga efecto.
El tiempo de espera suele girar en torno a los 10 o 15 minutos, por lo que intenta no enfriarte en ese rato y ten a mano un libro o el móvil para no aburrirte.
Por último, solo tienes que retirar el producto con abundante agua, para que así el exceso de exfoliante arrastre también las partículas de suciedad que ha eliminado y tu piel quede por fin limpia. Emplea mejor agua fría en este paso, para reactivar la circulación y sellar bien los poros.
Una vez has completado la exfoliación, conviene que aproveches este momento para utilizar una buena crema hidratante, ya que en este momento la dermis la asimilará mejor y te proporcionará la nutrición correcta para que luzca sana, suave y luminosa.
¿Cada cuánto es recomendable que lo uses?
Una característica esencial que diferencia a un exfoliante de otros tratamientos cosméticos es la frecuencia con la que debes utilizarlo.
Mientras que un limpiador o una hidratante son productos pensados para el día a día, estos tratamientos (por mucho que sean caseros) no lo son.
El motivo es que podrían dañar tu piel. Al fin y al cabo, su función es eliminar las pieles muertas, por lo que un abuso podría dañar la barrera de protección natural, lo que a su vez causaría irritación y te dejaría la dermis desprotegida ante los factores externos, como son los elementos ambientales.
Por tanto, lo adecuado es que lo apliques una vez a la semana si estamos hablando de pieles normales o mixtas.
Si tienes áreas muy grasas u utilizas una opción que no sea demasiado abrasiva, puedes aumentar la cantidad hasta dos veces.
En el caso opuesto, de que tengas dermatitis, problemas de sensibilidad o irritaciones previas, con que lo apliques cada dos semanas será suficiente, pues así también le das espacio a tu cuerpo a que se vaya recuperando.
¿Es adecuado para todo tipo de pieles?
Después de haber repetido tantas veces que hay que tener cuidado con las exfoliaciones porque, al fin y al cabo, están eliminando y renovando células cutáneas, quizá te sorprenda descubrir que esto no quita que sea un tratamiento apto para todo tipo de pieles.
Es cierto que, como acabamos de comentar, la frecuencia variará en función de las características propias de tu dermis.
Pero, más allá de eso, tiene ventajas para absolutamente todo el mundo.
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Por ejemplo, si tienes tendencia a la piel grasa y tu problema es el acné, te vendrá genial porque ayuda a evitar la obstrucción de los poros a la vez que acaba con el exceso de sebo.
Y, al contrario, si lo que te pasa es que padeces sequedad, una exfoliación cada quince días te permitirá oxigenar la piel, haciendo que los productos hidratantes penetren mejor, que quede bien nutrida y que se recupere pronto.
¿Puedo utilizarlo junto a otros tratamientos?
La respuesta a esta pregunta es que sin ninguna duda. Es más, no es solo que puedas, es que debes combinar la exfoliación con otros tratamientos si quieres conseguir unos resultados más notables y duraderos en el tiempo.
Por ejemplo, es esencial que apuestes por las cremas hidratantes después de cada exfoliación, ya que así potenciarás sus efectos a la vez que permites que la dermis se recupere tras la limpieza a fondo por la que acaba de pasar.
Si lo que necesitas es acabar o reducir marcas como las estrías o la celulitis, puedes combinar las exfoliaciones con cepillados en seco previos, pues preparan la piel para el tratamiento a la vez que estimulan el flujo sanguíneo.
¿Por qué deberías comenzar a apostar por el exfoliante de café?
El café tiene multitud de beneficios y es un gran exfoliador natural. Este hecho, por sí mismo, sería un gran motivo como para que le dieses una oportunidad a este tipo de tratamientos.
Pero si todavía quieres más razones, presta atención.
Al hacer el producto tú misma en casa, podrás seleccionar los ingredientes que emplees, lo que te permite asegurarte de que sean completamente naturales y de que tu mezcla no tiene irritantes, parabenos o un exceso de conservantes.
Además de regular el exfoliante para que se adapte a tus características, podrás elegir la textura que tenga y su aroma.
Es decir, que podrás crear un cosmético realizado completamente a medida y que, como resultado, se adapte a la perfección a tu tipo de piel.
Encima, apenas te quitará mucho tiempo. Crear estas combinaciones es sencillo y, asimismo, económico, por lo que quizá te permita ahorrar, pues solo necesitarás un puñado de ingredientes fáciles de comprar y de precios verdaderamente asequibles.
A todo esto hay que sumar que en estos momentos extraños de pandemia, tenemos que pasar más ratos que nunca en casa.
Por tanto, cuidarte desde tu hogar es una manera segura de mimarte y, también, una excelente manera de echar el rato.
Es decir, que todo son beneficios a la hora de seguir estos consejos, ya que una exfoliación te ayuda a combatir la piel de naranja, te deja la dermis libre de imperfecciones y consigue que todo tu cuerpo luzca más suave, luminoso, terso, joven y repleto de vitalidad.
Por tanto, espero que hayas descubierto todos los beneficios del exfoliante de café y cómo puedes hacerlo para, desde la comodidad de tu casa, cuidarte como mereces y conseguir unos excelentes resultados.