La marca propia de Mercadona ha sabido ganarse un hueco en la industria cosmética gracias a los resultados que ofrece por un bajo precio. Pero, ¿sucede lo mismo con su exfoliante corporal?
Y aquí hago un inciso para recomendarte el que, para mí, es el mejor producto para suavizar y nutrir la piel: el exfoliante de Akento.
Dentro de la gama low cost Mercadona tiene muy buena fama porque, a pesar de ser muy económico, se supone que ofrece una buena limpieza y que libra a la piel de impurezas y las partículas que se acumulan en ella.
Sin embargo, yo soy algo escéptica, ya que mi dermis es bastante sensible y ahora en invierno mucho más. Por eso, muchos productos suelen generarme picores o hacer que me salgan rojeces.
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A pesar de todo, las buenas críticas me animaron a darle una oportunidad, ya que con el aumento del frío es muy importante darle al cuerpo todos los cuidados que merece para evitar que se dañe, seque o que presente un aspecto rugoso y sin brillo.
Si quieres descubrir qué me ha parecido y si lo recomendaría para quienes tienen dermatitis, solo tienes que seguir leyendo, pues en esta review te explicaré todo lo que hay que saber al respecto.
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Los detalles de su formulación
En lo primero en lo que me fijé cuando cogí el tarro del estante del supermercado es en la etiqueta en la que pone su fórmula, ya que sus compuestos y el porcentaje en el que aparecen son la clave de su eficacia.
De entrada, ciertos aceites esenciales y la incorporación de sales y vitaminas parecen indicarnos que es de buena calidad. Eso es así parcialmente, ya que muchos de ellos los incluye en porcentajes tan bajos que su eficacia real será muy baja.
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Es lo que ocurre en el caso de la vitamina E, que aparece casi al final de la lista, lo que indica que la cantidad es menor, ya que en el listado aparecen de más a menos. Por este motivo, sus propiedades antioxidantes y reparadoras no se aprecian demasiado.
Respecto al resto de ingredientes principales, nos topamos con sal del Mar Muerto, el elemento que hace posible la exfoliación gracias a sus partículas gruesas, capaces de eliminar las impurezas.
Al combinarse con minerales de la misma procedencia, estimulan las células a la vez que revitalizan y regeneran la piel.
Por su parte, cuenta con varios aceites esenciales: el de almendras dulces (un gran calmante y suavizante), el de rosa mosqueta (que repara y cuida) y el de girasol (con grandes propiedades nutritivas).
Sin embargo, el problema viene de que no todos sus compuestos son naturales, algo lógico si pensamos en que, al ser un cosmético tan asequible, apueste por el uso de ingredientes baratos y de peor calidad.
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Entre ellos se encuentra el isopropyl myristate, una sustancia que puede provocar irritación, por lo que resulta muy desaconsejada para dermis delicadas o con problemas de alergia.
De la mano de SeeSee, la empresa española ha conseguido un exfoliante que retira las pieles muertas y las impurezas, a la vez que acaba con las toxinas y libera los poros.
Como consecuencia, aumenta la proliferación celular, mejora la elasticidad, permite que quede más nutrida y, de esta manera, luzca suave, tersa y recupere su aspecto radiante. Es decir, que asegura que como cualquier buen exfoliante, sanea y revitaliza tu piel.
Las claves de su textura y olor
A veces, ciertos productos me generan rechazo simplemente por su textura. Puede sonar algo tonto, pero piensa en lo desagradable que resulta usar una crema muy áspera o un gel tan pringoso que esa sensación te acompaña todo el día.
Por ello, este detalle en apariencia superficial puede ser decisivo a la hora de repetir o no. Al fin y al cabo, que el proceso sea agradable es importante, ya que al menos a mí me gusta disfrutar de esos minutos que dedico a cuidarme.
Además, es un factor que puede dificultar o complicar el método de empleo. En el caso que nos ocupa, afortunadamente, es más una ayuda que una molestia, pues es fácil de extender.
El inconveniente es que sus gránulos, por mucho que sean medianos, resultan algo agresivos, de modo que llegan a hacer daño en algunas zonas.
Por tanto, mi consejo es que primero lo pruebes en un área pequeña y que, en cualquier caso, nunca lo apliques en partes previamente dañadas o especialmente sensibles.
Por otro lado, su fragancia es bastante intensa. De norma habitual, es algo que prefiero evitar en los cosméticos que empleo, aunque reconozco que en este caso su olor a miel no me ha disgustado en exceso.
Eso sí, resulta bastante empalagoso, por lo que no lo recomendaría para quienes sean de olfato sensible o prefieran aromas más ligeros o al menos no tan dulzones.
Descubre cómo hacer un exfoliante casero y si lo prefieres, copia mi receta con café molido.
Recomendaciones en el método de empleo
Avanzando al siguiente punto importante, la forma de aplicar el producto es la habitual en estos casos, por lo que debes seguir unas pautas para evitar efectos secundarios no deseados.
De entrada, lo ideal es realizarla durante el momento de la ducha o, en su defecto, con la piel previamente humedecida. Esto es importante porque así resulta menos agresivo el tratamiento.
Después, tendrás que ayudarte con las manos para, usando una buena cantidad, repartirla por las zonas elegidas mientras realizas amplios movimientos circulares que sean ascendentes.
Recuerda ejercer una ligera presión para reactivar la circulación, aunque ten en mente que en este caso es mejor que no sea muy fuerte. De lo contrario, sus gránulos podrían generarte molestias.
Ve de arriba hacia abajo, es decir, comienza por hombros y brazos y luego desciende hasta llegar a los pies. La lógica es la misma por la cual cuando usas una toalla tras la ducha esa es la última parte en secarse.
Por último, hay que aclarar con abundante agua fría, para que los poros queden bien sellados. Como en algunos casos deja una sensación muy grasa, date un segundo aclarado si lo consideras necesario.
Lo puedes combinar con el uso de un guante exfoliante, estas esponjas, o los cepillos exfoliantes.
No pierdas de vista que desde Mercadona señalan que no puede emplearse en las zonas de piel más fina ni sensibles, ya que el proceso podría enrojecer e incluso irritar esas áreas debido a la fricción.
En esa línea, recomiendan que su uso sea de una vez a la semana, aunque esto puede variar en función de tus necesidades. Si te reseca mucho, espácialo más en el tiempo y, si tienes alguna zona especialmente grasienta, realiza una segunda exfoliación solo en ella a la semana.
Sea como sea, es importante que al acabar uses una buena crema hidratante. En este momento penetrará mejor y así conseguirás que tu piel quede renovada y nutrida.
Sobre el packaging y el precio
Las dos «p» es lo último que analizaremos, porque, aunque no sean los aspectos centrales (en lo personal valoro más la eficacia y la fórmula) sí son factores condicionantes a la hora de comprar.
El primero, el aspecto, es bastante bueno, pues aunque el diseño es sencillo, me parece agradable, con unos tonos azul turquesa muy bonitos, que remiten al lujo y la calidad de los spa.
Su principal inconveniente es que se trata de un tarro con tapón de rosca, por lo que tenemos que introducir la mano para extraer el producto, una práctica que resulta poco higiénica.
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Al menos, aunque no cuente con un dispensador que impida la contaminación, el envase es opaco, de manera que queda el contenido protegido frente a los peligrosos rayos solares.
Aunque sin duda, lo más interesante y llamativo es su precio, ya que te costará tan solo 3,80€, una cifra que lo hace apto para todos los bolsillos.
Mi opinión personal
Tras todo lo visto, seguro que te puedes hacer una idea de las impresiones que me llevo del producto. Pero, antes de concluir, me gustaría hablar de los resultados que ofrece.
La verdad es que me resulta cómodo de usar y noto que limpia bastante mi piel, el problema es que también me deja algunas zonas demasiado secas o enrojecidas.
Sí es cierto que con el paso de las semanas apreciaba mi dermis más tersa, uniforme y repleta de brillo, aunque ni rastro de la suavidad que promete. Por eso, es importante que complementes su aplicación con una crema hidratante que sea muy nutritiva.
Por lo demás, su fórmula no me acaba de convencer y tampoco me gusta la sensación grasa que deja tras el uso, por lo que lo veo más como un tratamiento puntual que como mi artículo de cabecera. Hay alternativas mucho mejores en el mercado, como el exfoliante natural de Akento, mi favorito. ¿Que por qué? Te lo cuento aquí en su review.
Otra de las opciones que hemos probado es: Exfoliante corporal de Freshly Cosmetics
Sin embargo, si tú buscas un exfoliante corporal que te ofrezca una limpieza superficial a un precio imbatible, puedes probar y darle una oportunidad al producto de Mercadona.