Que todos queremos un rostro radiante y lleno de vida es algo obvio, nadie quiere una piel cansada y apagada.
Si os digo que un cosmético es capaz de hacer eso por vosotros, estoy segura que buscaríais como locos donde firmar para poder tenerlo toda vuestra vida.
Pero sin embargo, es más fácil aún, estamos acostumbrados a pensar que para conseguir el rostro ideal debemos tener mucho dinero, ya que los tratamientos para conseguirlo son caros, pero en cambio es mucho más fácil que eso, imaginad si os digo que con un producto como la mascarilla podríais conseguirlo.
Sí, habéis oído bien, la mascarilla facial que todos conocéis, es un cosmético que cada vez está más en alza en el mundo del cuidado facial, todo gracias a lo que podemos conseguir con su uso.
En este artículo os voy a hablar de ella, y además veremos todos sus usos, para que no os surja ninguna duda cuando os decidáis a usarla ¡y de este modo conseguir lucir un rostro de ensueño!
Antes de empezar me gustaría dejaros por aquí un artículo donde os hablo de las mejores mascarillas del mercado, os aconsejo que le echéis un vistazo: Mejores mascarillas faciales.
Una piel maravillosa al alcance de todos
Voy a empezar hablando de la equivoca creencia que solemos tener, cuando vemos a los famosos con esos rostros llenos de color rosados, nutridos, jugosos, etc, pensamos «normal, ellos tienen dinero para pagar sus tratamientos de belleza» y es cierto que se someten a tratamientos más exhaustivos y caros pero no es una excusa para no cuidarnos nosotros.
La realidad es que no se necesitar gastar grande cantidades de dinero para lucir un rostro cuidado y sano, lleno de color y vida, es más apenas se necesita, está al alcance de todas las personas. Os voy a hablar de como podemos hacerlo.
La gran aliada para conseguirlo será la mascarilla facial, sí como habéis escuchado, ese cosmético que poco tiene de caro, y que hemos escuchado cientos de veces, hemos visto a nuestras amigas o incluso en películas (un momento de relax aplicando una mascarilla facial es una escena muy común en las pelis)
Por supuesto la mascarilla no hace milagros, y aunque es genial y maravillosa, necesita de otros productos que completen la rutina de belleza, además de hábitos de vida que tenemos que ir poco a poco adoptando y que serán cruciales para transformar nuestra piel de una cansada y apagada a una llena de vida y energía.
La fiel amiga de una piel de ensueño, la mascarilla facial
Como hemos visto la mascarilla será nuestra gran amiga en el proceso de vernos bien y de conseguir el rostro que todos deseamos, y como tal se merece que os cuente de que trata en realidad este producto del que todos hemos escuchado hablar pero que pocos saben la realidad de lo que es capaz de conseguir.
La mascarilla es un cosmético que actúa como un tratamiento facial, cuya fabricación de obtiene de la mezcla de varios ingredientes y que adopta la forma de una especie de pasta, que usamos para cubrir todo nuestro rostro (hasta parecer llevar una máscara, como su propio nombre indica) y acto seguido debemos esperar por un tiempo determinado hasta que nuestra piel absorba todos los nutrientes de esta nos ofrece.
Una vez transcurrido ese tiempo, es el momento de retirar el producto y para ello, usaremos abundante agua, con esta sería suficiente para retirarlo todo, no obstante si queda algo que no podemos eliminar con el agua, podéis usar un algodón para terminar de retirarlo, pero debéis saber que hay que hacerlo dando toques en la piel, nunca frotar, ya que podríamos causar daño en ella.
Como habéis podido ver, el proceso el muy sencillo, no tiene ninguna dificultad, por lo que además de no ser cara (al contrario) tampoco necesitaréis tener ningún titulo de belleza, porque está al alcance de todos.
Transformación de nuestra piel con la mascarilla
Si os ha sorprendido que con la mascarilla podamos conseguir el rostro que siempre hemos deseado, y aún no os lo creéis del todo, os voy a hablar de todos los beneficios que nos va a ofrecer en el momento en que apliquemos por primera vez dicho producto en nuestra cara.
En cuanto os lo cuente no habrá dudas de la efectividad de este cosmético que cada día se encuentra más en auge. Vamos a verlos:
- Hidratación
El primer beneficio no podía ser otro que el de hidratar, ya que es lo que más necesita nuestra piel para adoptar un estado optimo y la mascarilla nos lo proporciona. Exactamente hay mascarillas que específicamente cumplen esta función, os voy a dejar toda la información sobre ellas en este artículo: ¿Cómo hacer una mascarilla facial hidratante?
Como sabéis la humedad o hidratación de nuestra piel es un aspecto fundamental, ya que de lo contrario, si no mantenemos la dermis hidratada, esta adoptaría un aspecto de deshidratación, descamación, picor, etc. Y por lo tanto nos estaríamos quedando muy lejos de lo que deseamos conseguir.
Como también sabéis, productos que hidratan nuestra piel hay muchos, como la crema hidratante (de la que no debemos prescindir nunca) pero sin embargo, la mascarilla es uno de los cosméticos que más la ofrecen, ya que podemos conseguir una rica en nutrientes que hidraten y proporcionen agua. Y por lo tanto gracias a su aplicación, permite que la piel los absorba al completo, por lo que es la mejor opción.
- Limpieza profunda
La mascarilla tiene muchos beneficios pero este en especial la hace única, ya que es cierto que podemos lavar y limpiar nuestro rostro con muchos otros productos o con agua y jabón simplemente, pero nada lo hará de una forma tan profunda y eficaz.
La limpieza del rostro es otro de los factores fundamentales, para que no se obstruyan los poros de nuestra piel y de lugar a imperfecciones. Por otro lado, es muy aconsejable, ya que la mascarilla al limpiar de forma profunda la dermis, la deja totalmente preparada para que los demás cosméticos penetren en ella con la mayor efectividad posible.
- Calma nuestra piel
Es cierto que para esto existen una mascarillas especiales que reciben el nombre de mascarillas calmantes y que son las más aconsejadas para las personas con la piel sensible, pero no obstante, todas cumplen un poco esta función.
Como sabéis la piel está expuesta a numerosos factores que la dañan de forma agresiva, como son los llamados radicales libres y a consecuencia de ellos, la barrera protectora de nuestra piel se ve afectada, además no solo los radicales libres, si no que a veces también hacemos pasar a nuestra piel por un mal momento, cuando decidimos usar un producto que no respeta la salud de esta. Por este motivo se aconseja su uso.
- Devuelven la luz a la cara
De nuevo al igual que la anterior, debo deciros que existen mascarillas especiales para iluminar la piel, las llamadas mascarillas iluminadoras (os dejo por aquí toda la información relevante sobre ellas: ¿Cómo hacer una mascarilla facial iluminadora?), pero no obstante, también todas ofrecen este beneficio. Esto es debido a que favorece la oxigenación y la nutrición de la piel, dando como resultado un rostro radiante y lleno de luz.
- Favorecen la penetración de los demás cosméticos
Como hemos dicho antes, para que los productos hagan su total efecto en la piel, esta debe encontrarse en las condiciones adecuadas para que los cosméticos puedan realizar bien sus funciones. Y para ello la mascarilla es el producto ideal, ya que después de su aplicación deja la piel en perfectas condiciones para que esta absorba en su totalidad los beneficios de los demás.
Estos son los principales beneficios del uso de la mascarilla en nuestra piel, como podéis comprobar solo con el primer uso ya estamos sometiendo a nuestra dermis a una transformación sana y necesaria hacia un aspecto mucho más cuidado y radiante.
Estoy segura que ahora si me creéis cuando os digo que la mascarilla será la gran aliada para conseguir el rostro de ensueño que queremos y que no vamos a necesitar gastar apenas nada para ello. ¿No es maravilloso?
El asiduo deseo de tener una piel radiante
Ahora que ya hemos visto todos los beneficios que nos ofrece la mascarilla, vamos a centrarnos un poco más en su historia, que no es corta.
Lo primero que debéis saber es que la mascarilla tiene un largo recorrido en nuestra vida, es decir, no es algo nuevo, aunque si tiene cada vez más auge.
Origen de la maravillosa mascarilla
Todo empezó hace cientos de años cuando las mujeres, sobre todo, ya que en aquella época era impensable que un hombre cuidase su aspecto con productos, empezaron a usar ingredientes tales como plantas, frutas, aceites, extractos, barro, arcilla, etc y los mezclaban creando sus propias mascarillas caseras y naturales y las ponían sobre su rostro para que la piel de este absorbiera todos los nutrientes y finalmente la retiraban con agua.
Además también usaban otros muchos ingredientes y técnicas para cuidar de su piel en general, se conoce que Cleopatra se daba baños en leche, para lucir una piel suave y radiante. También usaban mucho en esta época el barro para mejorar el aspecto del rostro.
También tiene origen aquí el hecho de intentar conseguir un momento de relax mientras aplicamos la mascarilla, ya que las mujeres antiguamente adoptaban este momento para dedicárselo a ellas y desconectar de todos los problemas que pudieran tener.
Es decir, que el deseo por conseguir un aspecto cuidado y sano no es algo nuevo ni nada por el estilo, todo lo contrario, es algo que hemos ido heredando de nuestras generaciones pasadas, y que hoy día tiene una gran importancia, la mascarilla siempre ha estado en este movimiento, y sorprendentemente sigue estando.
Es cierto que no es habitual que un producto tan antiguo como la mascarilla siga teniendo el auge que tiene esta hoy en día y que por lo tanto no haya pasado de moda en ningún momento, si no todo lo contrario cada vez cobra más protagonismo.
Fragmento de un mural, alusión a la antigüedad
¿Puedo usar una mascarilla independientemente de mi tipo de piel?
Lo primero que os voy a dejar por aquí antes de empezar es un artículo donde vais a poder encontrar todo lo necesario para cada dermis: ¿Qué mascarilla facial necesito según mi tipo de piel?
Hemos visto que la mascarilla es un producto genial y que tiene una historia muy amplia en nuestra vida, además de ver que es una gran aliada del cuidado facial, pero, ¿importa mi tipo de piel para hacer uso de ella?
Por supuesto que sí, esto es lo primordial cuando vamos a cuidar nuestra piel, es decir, nunca debemos empezar a aplicar productos en el rostro sin antes saber que tipo de piel tenemos.
No todo el mundo conoce su piel, ya que la mayoría de las veces nos dejamos llevar por lo que a otra persona le va bien, sin importar si nuestra piel es parecida a la de ella y si por lo tanto a nosotros nos irá bien o por el contrario irá mal.
Para esto os voy a hablar un poco sobre los diferentes tipos de piel y como debemos cuidar a cada uno de ellos, una vez que esto lo tengamos claro, el tema de la elección de la mascarilla estará prácticamente hecho.
Cada piel es un mundo
Como os he dicho vamos a ver las grandes diferencias entre ellas y cuales son las características de cada una.
Piel grasa
La dermis grasa se caracteriza por su gran cantidad de exceso de sebo en la piel y por lo tanto esto a su vez bloquea el buen funcionamiento de la misma, obstruyendo poros dando lugar a puntos negros, espinillas, etc. Además de tener la sensación de untuosidad y grosor del rostro, así como los excesos de brillos que tanto odiamos.
- Exceso de grasa
- Exceso de brillo
- Textura untuosa
- Puntos negros
- Espinillas
Piel seca
La dermis seca se caracteriza por todo lo contrario, aspecto tirante y textura áspera, picores, descamaciones, irritación, todo ellos provocado por la falta de hidratación y la poca capacidad de atracción y retención de esta por la piel.
- Descamaciones
- Picores
- Irritaciones
- Tirantez
- Textura áspera
Piel mixta
Esta piel se encuentra entre las dos anteriores, podemos observar que tiene características de una y de otra, dependiendo de zonas del rostro. Normalmente podemos observar dos zonas, la T (frente, nariz y barbilla) que podemos ver que tiene las peculiaridades de la piel grasa, con todas sus imperfecciones. Mientras tanto en el otra zona que constituyen el resto del rostro, podemos ver que es más bien seca, con las peculiaridades de la piel seca.
Zona T
- Acné
- Puntos negros
- Espinillas
- Exceso de grasa
- Brillo excesivo
- Textura untuosa
Resto del rostro
- Descamaciones
- Picores
- Textura áspera
- Irritaciones
Piel sensible
La piel sensible es por excelencia la que más cuidados debe tener, ya que como su propio nombre indica es sensible frente a casi todos los factores, como por ejemplo los cambios de temperatura, el estrés, la contaminación, el frío, ciertos ingredientes de cosméticos, etc, la mayoría de estos factores causan irritación, picores, alergias, problemas cutáneos, descamaciones, rojeces, etc, en la piel.
- Alergias
- Problemas cutáneos
- Irritaciones
- Rojeces
- Picores
Piel normal
La piel normal al contrario de todas las demás es la más equilibrada de todas, no tiene imperfecciones y su aspecto es el más sano de todos, podemos ver que tiene un color rosado, textura suave y ligera, con la hidratación y la iluminación adecuadas. Sin embargo es la menos común de todas.
- Color rosado
- Textura suave y ligera
- Equilibrio
Estos son los tipos de pieles que podemos encontrar y entre ellos estará la vuestra, así que os recomiendo que cojáis un espejo y poco a poco vayáis inspeccionando vuestra dermis, os aseguro que no tardaréis mucho en daros cuenta de cual es la vuestra.
Saber ante que tipo de piel estamos será crucial para conocer los pasos de debemos seguir a la hora de cuidar nuestra dermis, haciéndolo de la forma más eficaz posible, sin empeorar nada, al contrario, consiguiendo los resultados más maravillosos para nuestro querido rostro.
El infinito mundo de las mascarillas
Ahora que ya sabéis que tipo de piel tenéis vamos a hablar un poco sobre todos los tipos de dicho cosmético que podemos encontrar en el mercado.
Lo primero que tenéis que saber es que estos tipos podemos dividirlos en dos grupos, es decir, el grupo de lo que queremos conseguir (mascarillas hidratantes, calmantes, iluminadoras, etc) y el grupo de como encontramos esas mascarillas (mascarillas de arcilla, peel off, velo, burbuja, etc)
Vamos a ver un poco de los dos, para que veáis lo enorme que es el mundo de las mascarillas, principalmente porque muchas personas piensan que mascarilla solo hay una, la que cubre el rostro y vemos en las pelis, pero sin embargo, hay muchas más y cada una de ellas tiene una misión.
Aunque como bien os he dicho podemos encontrar muchas mascarillas, en este artículo solos os voy a hablar de las más comunes, es decir, las más usadas por las personas.
Grupo 1: ¿Qué queremos conseguir?
Mascarillas hidratantes
Esta mascarilla es la más usada por todas las personas sin importar su tipo de piel, ya que todas y cada una de ellas necesita un buen nivel de hidratación. Estas mascarillas suelen estar hechas de ingredientes que le ofrezcan a la piel un nivel óptimo de humedad y que le ayude a esta a retenerla para su buen funcionamiento. Más arriba os he dejado un enlace donde encontraréis todo lo necesario sobre esta mascarilla.
Mascarilla iluminadora
De nuevo una mascarilla usadas por todos los tipos de pieles, ya que ¿quién no quiere un rostro lleno de luz y vida?, esto es la base de un rostro radiante. Los resultados se empiezan a ver rápidamente, por el que el aspecto apagado y sin luz desaparece de nuestra cara. Igual que en la anterior, podéis encontrar más información en el enlace que os puse un poco más arriba.
Mascarilla calmante
Esta mascarilla es ideal para las pieles sensibles, sin duda las personas con esta dermis son las que más las usan, ya que es genial para calmar las reacciones que puedan sufrir, además también desinflaman zonas que posiblemente puedan estar inflamadas debido a las reacciones.
Estas tres son las más comunes y aunque hay cientos más, solo vamos a abarcar las más usadas y recomendadas. Con estas tres tu rostro cambiaría de la noche a la mañana.
Grupo 2: Formatos en los que encontramos las mascarillas
Mascarillas de arcilla
Antes de deciros nada sobre ellas, os dejo este enlace donde encontraréis las mejores opciones de mascarillas de arcilla del mercado: Mejores mascarillas con arcilla blanca.
Más que un formato, es un tipo mascarilla muy usada por casi todas las pieles, pero sobre todo por las grasas, es cierto que dentro de las de arcilla podemos encontrar otros muchos tipos de esta sustancia (verde, roja, blanca, negra, rosa, etc) cada una de ellas tiene unas propiedades específicas. Me gustaría destacaros aquí la mascarilla de arcilla blanca o caolín, con unas propiedades altamente absorbentes geniales para combatir todas las imperfecciones de la piel grasa, aunque se recomienda en casi todas.
Me gustaría dejaros por aquí unos artículos donde vais a poder encontrar todo lo necesario para empezar a usarlas conociendo toda la información sobre ellas: Propiedades de la arcilla blanca y Arcilla blanca beneficios para la piel, además en este podréis encontrar como usarla de forma correcta y todo lo que conlleva la mascarilla de arcilla: ¿Para que sirve una mascarilla de arcilla blanca?
Mascarillas peel off
De nuevo os dejo un enlace que os llevará a las mejores mascarillas peel off que encontraréis en el mercado: Mejores mascarillas peel off.
Este tipo de mascarilla puede abarcar muchas formas de hacerla, ya que hay cientos de ingredientes que pueden funcionar como peel off, dicho nombre de la mascarilla significa despegar, y efectivamente es lo que debemos hacer.
Cuando usamos una peel off, está en el momento del transcurso del tiempo de actuación en nuestro rostro adopta una forma rígida, como de una película que para retirarla debemos despegarla de la piel, pero nos os preocupéis que no es nada doloroso. Es genial para retirar todos los restos y basurilla de la piel, así como para limpiarla en profundidad.
Os voy a dejar aquí artículos que serán de gran ayuda en el momento que vayáis a usarlas: ¿Qué es una mascarilla peel off? y ¿Cómo aplicar mascarilla peel off?
Mascarillas exfoliantes
Este tipo de mascarilla es genial para limpiar en profundidad el cutis, cuenta con unos granulitos que al aplicarla en el rostro van haciendo fricción con la piel y favorece a la circulación y a la renovación de la dermis, además de limpiar toda la suciedad que queda dentro de los poros, los desobstruye y finalmente cuando la retiramos, podemos ver como nuestro rostro ha quedado suave y liso.
A diferencia de las otras esta no tiene porqué estar un tiempo de actuación en la piel, ya que solo hará su trabajo el tiempo que estemos aplicándola en la cara, momento donde los granulitos están en movimiento y rozando con la dermis. Por este motivo se aconseja que se haga un masaje facial de algunos minutos, mientras la aplicamos.
Las personas con la piel sensible deben tener cuidado con estas mascarillas, ya que a veces puede resultar un poco amenazantes para el buen funcionamiento de esta.
Multimasking
Esta técnica de mascarillas, porque sí, más que un tipo de mascarilla es una técnica, se trata de mezclarlas en el mismo rostro y al mismo tiempo. Es ideal para las personas con la piel mixta que tienen diferentes zonas con una peculiaridades muy opuestas y por lo tanto no pueden tratarlas por igual.
De este modo se elige la mascarilla que mejor le venga a cada zona de la piel y se aplica al mismo tiempo, el multimasking es «el arte de mezclar mascarillas». Los resultados serán mucho más satisfactorios ya que le estaremos ofreciendo a la piel lo que necesita en cada zona de esta.
Os voy a dejar por aquí un artículo donde vais a poder encontrar de nuevo toda la información sobre esta maravillosa técnica: Multimasking
El uso de la mascarilla
Como sabéis la mascarilla es un cosmético maravilloso que nos beneficia en muchos factores, ya que le ofrece a nuestra piel muchas propiedades y nutrientes que hacen que esta se vea mucho más bonita y jugosa.
Cada vez son más las personas que optan por añadir dichos productos a sus vidas y por lo tanto cada vez tiene más auge en el mercado del cuidado de belleza, pero ¿sabe todo el mundo usarla realmente?
Esta es la pregunta que vamos a hacernos, ya que es cierto que es muy sencilla de usar, pero hay que tener claros los proceso de antes, mediante y después de la aplicación para que todo salga bien y los resultados sean satisfactorios y mejores a como lo imaginábamos en nuestra cabeza. Para esto vamos a abordar algunas cuestiones que nos harán entender el uso de la mascarilla con todo detalle.
El mejor momento, ¿cómo y cuándo debemos aplicar la mascarilla?
Como siempre digo, no existe un momento exacto en el que la mascarilla haga más milagro, este momento ideal simplemente es en el que nos sintamos mejor, más tranquilos y cómodos y por lo tanto en el que más la vamos a disfrutar, favoreciendo de este modo la penetración y la acción de la mascarilla en la piel.
El cierto que la mascarilla es un cosmético que debemos usar frecuentemente pero sin caer en el error de meterla en la rutina de belleza diaria, como por ejemplo, el sérum o el tónico. Lo ideal es usarla una o dos veces a la semana.
Aunque es cierto que os he dicho que el mejor momento va a variar con respecto a las personas, os aconsejo que si podéis elegir o si tenéis todo el día libre, lo hagáis por la noche, antes de ir a dormir, ya que normalmente es el momento donde todos descansamos y nos relajamos después de un día ajetreado, además en la noche mientras dormimos es el momento en el que nuestra piel se renueva y se regenera.
Si después de este artículo os decidís a usar una mascarilla y es la primera vez que lo vais a hacer, os aconsejo que probéis un poco del producto en otra zona, yo siempre pongo de ejemplo la muñeca, ahí verás si tu piel responde con alguna reacción o si por el contrario es ideal para ti.
En resumen, el mejor momento del día va a depender de la persona, pero si se recomienda que sea en la noche, antes de dormir y la frecuencia ideal de su uso es de una a dos veces a la semana.
Para finalizar este tema, os aconsejo que visitéis este artículo, ya que encontraréis una información muy interesante sobre la aplicación de la mascarilla: ¿Cómo aplicar correctamente una mascarilla?
¿Posible sobre exposición de la piel, demasiadas mascarillas?
Esta pregunta se la hacen muchas personas, ya que piensan que usar dos mascarillas semanales pueden dañar nuestra piel, seguro que alguna vez habéis oído hablar de ello con el nombre overmasking, a veces nos preguntamos si aunque un producto sea muy bueno y satisfactorio para la piel, con su frecuente uso, podemos dar lugar a un efecto rebote y que acabe haciéndonos daño en la dermis.
Pero la realidad es que normalmente no llegamos nunca a saturar la piel de mascarillas, generalmente porque para ello deberíamos aplicar más de tres o cuatro productos semanales y eso ya sabéis que no es lo ideal.
Si en un caso remoto de alguien que haga un uso erróneo diario de ella, podría provocarle diferentes patologías dependiendo de la mascarilla, por ejemplo, una que hidrate, podría sobre hidratar y causar granos, obstrucción de los poros, etc.
Por lo general si la usamos con la frecuencia indicada, la mascarilla no debería de dar ningún problema, todo lo contrario, dará unos resultamos maravillosos.
¿Hay algunas pieles que se benefician más de su uso que otras?
Hay personas que piensan que las mascarillas solo deben usarla algunas personas dependiendo de su tipo de piel o que simplemente les hará más efecto proporcionando resultados más satisfactorios.
Esto no es cierto, la mascarilla ofrece los mismos resultados a todas las personas independientemente de su tipo de piel, es decir, una piel sin importar su tipo, que necesite cuidados, se verá muy beneficiada por el uso de la mascarilla.
La mascarilla casera ¿es buena opción?
La mascarilla casera siempre será la mejor opción, debo decir que es un factor que cada vez tiene más auge y que poco a poco cada vez son más las personas que deciden introducirse en el mundo de la cosmética casera, haciendo sus propias mascarillas y disfrutándolas el doble.
Por supuesto la mascarilla casera tiene cientos de beneficios sobre nuestra piel, empezando por la naturaleza de sus ingredientes, ya que normalmente se usan frutas, aceites, plantas, extractos, etc, favoreciendo a la salud de nuestra piel, evitando que ningún producto nos haga daño en ella, siguiendo por el ahorro que supondrá, ya que de nuevo usaremos ingredientes que tengamos por casa sin necesidad de salir a comprar ninguno y terminando por el disfrute y experiencia que nos supondrá dicho proceso, ya que ¿a quién no le gusta hacer sus propias mascarillas?
En casa podemos hacer casi todos los tipos de mascarillas que queramos y disfrutarlas al instante, así que os aconsejo que probéis esta experiencia tan encantadora, os dejo por aquí un enlace donde encontraréis toda la información al respecto: ¿Cómo hacer una mascarilla facial casera?
Una vez que la aplicamos en el rostro, ¿cómo debemos ir extendiéndola?
Esto es una duda muy común entre las personas, ya que todos sabemos que debemos cubrir el rostro pero ¿hay una forma de hacerlo?
Pues sí, hay una forma en la que debemos aplicar la mascarilla que resultará más agradable para la piel y dará unos resultados más notables.
Lo primero que debemos saber es que la piel tiene que estar completamente limpia y seca (o un poco húmeda) además debemos haberla exfoliado con antelación.
Cuando eso esté listo, se procede a aplicarlo, lo ideal es ir haciéndolo de arriba hacia abajo, para ir en sentido de nuestra piel y de esta forma no suponer ninguna amenaza para ella, además así nos aseguraremos de cubrir todo el rostro sin dejarnos zonas sin producto. Excepto el contorno de ojos que no debemos cubrirlo, debido a la sensibilidad de esta zona.
De esta forma, también favoreceremos la circulación de nuestra piel y por lo tanto se convertirá en un momento de relajación gracias al masaje facial.
En cuanto al rostro, ¿es mejor que esté seco o con un poco de humedad?
He querido hablaros de esto, ya que en el apartado anterior os he dicho que quizá un poco de humedad vendría bien, y algunas personas se asombran ante esta proposición.
Esto dependerá de la mascarilla que vayamos a usar, ya que cada una de ella tiene sus propias necesidades, pero no obstante es cierto que se aconseja tener el rostro un poco húmedo, ya que así los ingredientes y sustancias de esta se van a adherir mejor a la piel, penetrando de una forma más satisfactoria.
Pero esto no quiere decir que lavemos el rostro y acto seguido se aplique la mascarilla, la cara nunca debe estar mojada, simplemente se aconseja que esté un poco húmeda, es decir, que a la hora de secarla no lo hagamos completamente.
La cantidad exacta, ¿si aplico más producto tendré mejores resultados?
El error más cometido entre las personas que usan mascarilla, es un fallo caer en la creencia de que cuanto más cantidad de mascarilla apliquemos en la cara, obtendremos mejores y más resultados que si aplicamos lo que debemos.
Incluso resulta ser todo lo contrario, si hacemos esto, estamos sobre saturando nuestra piel (overmasking) y por lo tanto tendremos el efecto rebote, como resultado obtendremos un rostro más dañado del que teníamos.
Se aconseja empezar a usar una mascarilla de forma progresiva, es decir, si es la primera vez que la vas a usar, más vale pecar de quedarnos cortos a pecar de pasarnos. Empezamos a verter de menos a más cantidad conforme vayamos avanzando en aplicaciones, pero nunca debemos verter más cantidad de la adecuada.
El tiempo exacto, ¿si la dejo actuar más tiempo en el rostro, obtendré mejores resultados?
Un error semejante al anterior, algunas personas ante la impaciencia de ver resultados, deciden dejar la mascarilla por más tiempo en la piel pensando que los resultados serán mejores, pero sin embargo es todo lo contrario.
Si una mascarilla necesita 20 minutos de tiempo de actuación y la dejamos 40, podemos hacer mucho daño en nuestra piel, ya que en esos 20 minutos la piel a absorbido por completo todos los nutrientes de esta, y los otros 20 minutos restantes lo único que hará será empeorar el rostro, por ejemplo, si la mascarilla es para combatir la grasa, con el exceso de tiempo, podemos llegar a dejar la piel muy seca, incluso con problemas más graves.
Sin embargo, hay algunas mascarillas, como las caseras a base de ingredientes naturales, que no son tan peligrosas si nos excedemos un poco en el tiempo, ya que los ingredientes naturales no dañan a nuestra piel.
No obstante, os aconsejo que dejéis el tiempo que se indica, bien en el envase o en la receta que hayáis elegido, de esta forma nos estaremos asegurando de que no hará daño a nuestra piel y que el resultado será radiante.
Estas han sido las preguntas más frecuentes sobre su uso, sabiendo esto ya tenemos prácticamente todo el manual de uso de la mascarilla, así que ahora solo queda disfrutar de ella y conseguir un rostro radiante y reluciente, ese que siempre has deseado. ¡No lo pienses más y elige tu mascarilla ideal!