Ahora que las circunstancias nos obligan a pasar tanto tiempo en casa es un buen momento para aprovechar esas horas muertas que no sabes cómo emplear en cuidar tu piel. Y no hay mejor forma de hacerlo que animarte a crear tus propios cosméticos caseros.
Para empezar, vamos a probar con algo tan sencillo como eficaz: las mascarilla de pepino -un alimento que seguro que encuentras en tu nevera- para refrescar tu cutis sin dañarlo.
Un método realmente fácil de realizar con el que conseguirás unos resultados estupendos e inmediatos, ¡por lo que seguro que repites!
Encima, no hay una única manera de utilizar este producto, por lo que vamos a repasar algunas de las formas más interesantes, así como todos los beneficios y propiedades que tienen, para que tú misma decidas cuál de estas mascarillas quieres probar primero.
Beneficios del pepino para la piel
Seguro que tú también has visto las rodajas cortadas para ponerlas sobre los ojos en multitud de películas, pero si el pepino se ha popularizado en la cosmética no es solo por su presencia audiovisual, sino por sus múltiples ventajas a la hora de cuidar la dermis.
Por tanto, antes de que nos pongamos manos a la obra con la creación de mascarillas, conviene que repasemos brevemente qué ventajas tiene esta verdura a la hora de cuidar la piel, porque es posible que sean muchas más de las que crees.
Para empezar, aporta una inmediata sensación de frescor, motivo por el que se utiliza tanto para reducir ojeras y desinflamar bolsas, pues además posee grandes propiedades antiinflamatorias, que acaba con el hinchazón en cuestión de minutos.
Además, nutre e hidrata la piel, de manera que suaviza los signos de cansancio, acaba con las espinillas, favorece que disminuya la presencia de cicatrices y manchas e incluso es útil para regenerar los tejidos dañados como consecuencia de la acción directa del sol.
Lo consigue gracias a que cuenta con gran cantidad de nutrientes, fibra, vitaminas -pertenecientes a los grupos, A, C y E- y potasio, así como agua, una combinación que le otorga toda esta eficacia y lo convierte en un aliado que conviene tener siempre a mano
Cómo debes utilizarlas
Antes de pasar a crear, es importante que tengas claro también cómo debes utilizar luego las mascarillas. No te preocupes, porque es realmente sencillo, ya que solo hay una serie de consejos que debes tener en cuenta primero.
Lo primero que debes de hacer con anticipación a echarla es dejar la piel bien limpia y seca previamente, con tu agua micelar habitual, para eliminar bien los restos de maquillaje y de suciedad.
Después, recoge bien el pelo, para que no interfiera o se ensucie con la mezcla.
Cuando la extiendas, hazlo de manera homogénea para que pueda actuar con la misma eficacia en toda la superficie del rostro, de forma que obtengas los mismos resultados en todo el cutis. Y deja que actúe el tiempo necesario, que variará en función del tipo.
Todas ellas puedes utilizarlas como parte del multimasking según las necesidades de cada zona.
Ahora ya solo tienes que repetir este proceso una vez a la semana. Con esa frecuencia será suficiente para mantener el rostro bien cuidado, salvo que tu piel haya sufrido tanto que necesites darle un chute inicial y aumentar las dosis al principio.
No te olvides de combinar este tratamiento con tu rutina habitual, ya que este combo será la mezcla perfecta para devolverle a tu rostro el aspecto sano y joven que tanto buscas.
Existe una combinación de pepino para cada ocasión
El subtítulo ya lo dice todo, pero es cierto. Con apenas dos o tres ingredientes sencillos de encontrar, puedes crear casi cualquier tipo de mascarilla para paliar todas las necesidades de tu cutis.
¿Que no te lo crees? Pues sigue leyendo, ya que a continuación encontrarás el tipo perfecto para cada ocasión.
Falta de hidratación:
Contra el exceso de sebo, una buena mascarilla de pepino, miel y aceite de oliva.
Solo tienes que triturar medio pepino, mezclarlo con dos cucharadas de miel y una de aceite. Mezcla todo muy bien hasta tener una pasta homogénea, incluso puedes licuarlo de ser necesario.
Cuando esté listo, extiéndela sobre el rostro y deja que actúe alrededor de veinte minutos antes de retirarla con abundante agua tibia. Inmediatamente notarás la piel suave, calmada y sedosa.
Problemas de acné:
En este caso, aplica una mascarilla de pepino y avena.
Solo tienes que combinar de nuevo, medio pepino triturado con dos cucharadas de avena, una miel y otra de zumo de limón (aunque esto último es opcional).
Es verdad que requiere más ingredientes, pero es para conseguir un buen resultado combinando el efecto astringente de la verdura con el exfoliante de la avena.
Deja que actúe quince minutos, ¡y despídete de los granitos!
Sequedad e irritación:
Se podría decir que es el caso contrario al anterior, puesto que a veces la piel está mal hidratada y eso la lleva a irritarse y enrojecerse.
Para calmarla, nada mejor que una mascarilla de pepino y manzanilla.
Primero tienes que preparar la infusión de la manera habitual y disolver una cucharada de gelatina sin sabor en ella.
Cuando se haya enfriado, mezcla el resultado en la licuadora con dos rodajas de pepino natural. Quince minutos tras su aplicación, notarás como tu piel se ha calmado.
Exceso de grasa e impurezas:
Los problemas de sebo no solo conllevan la aparición de granos, pues también dejan la piel pegajosa, con brillos y repleta de impurezas.
Para combatir este problema es necesario utilizar mascarillas exfoliantes, como esta a base de arcilla y agua de pepino.
En cualquier tienda de productos naturales o herbolario podrás hacerte con arcilla (ya sea verde, roja o blanca) y después mezclarla una cucharada con un vasito de agua de pepino, que se obtiene cortando la verdura en rodajas gruesas y dejando que repose media hora en un recipiente con dos dedos de agua mineral.
Crea una masa compacta y deja que actúe en tu cutis durante 20 minutos.
Arrugas abundantes:
Para suavizar los pliegues de la piel y acabar con otras señales de fotoenvejecimiento, crea una mascarilla de aceite de pepino.
Solo tienes que pelar y cortar en rodajas dos pepinos antes de ponerlos en una olla con medio litro de aceite de oliva. Cuece durante quince minutos a fuego bajo, para que no llegue a hervir o freír.
Cuando se haya templado, pasa la mezcla por un colador y utiliza el aceite resultante para elaborar tu mascarilla.
Si está demasiado fría, puedes calentarla un poco en el microondas antes de aplicarla sobre la piel.
Para pieles mixtas:
Si tienes un cutis de tendencia mixta, es posible que tengas problemas a la hora de cuidarlo.
Por eso, una mascarilla de pepino y yogur natural te ayudará a acabar con el acné sin resecar y a frenar la sequedad sin fomentar que aparezca más sebo.
Para elaborarla, corta medio pepino en rodajas y metelas en la batidora junto a un yogur natural, hasta que obtengas una masa consistente que puedas aplicar veinte minutos sobre el rostro.
Necesidad de una limpieza a fondo:
En caso de que lo que necesites es un tratamiento completo para limpiar bien el cutis y generar un efecto lifting, te tocará acudir a por más ingredientes para preparar esta estupenda mascarilla de pepino, huevo, aceite de oliva y vinagre.
Corta medio pepino pelado y mezcla en la batidora con una yema de huevo, una cucharada pequeña de vinagre y tres normales de aceite de oliva.
Una vez esté listo, deja que actúe media hora sobre el rostro para notarlo limpio, hidratado y joven en un santiamén.
Mirada cansada:
Por último, pero no por ello menos importante, el método que ha popularizado el pepino como cosmético en el imaginario colectivo.
Y es tan sencillo como parece, pues solo tienes que cortar dos rodajas de medio centímetro de grosor y colocarlas directamente sobre los ojos cerrados.
En tan solo unos minutos podrás apreciar cómo disminuye la hinchazón.
Si lo de hacer tus propios cosméticos no es lo tuyo o si necesitas algo más fuerte para un cuidado frecuente, por último vamos a hablar de una de las mejores mascarillas que puedes encontrar en la actualidad, y que encima puedes comprar sin problema en Internet.
Una gran alternativa: la mascarilla de Nezeni Cosmetics
Se trata ni más ni menos que de la mascarilla con vitamina C de Nezeni Cosmetics.
En su formulación solo encontramos ingredientes naturales y ni rastro de parabenos o irritantes, por lo que será tan sana como si la hubieses hecho tú misma.
Encima, gracias a sus propiedades antioxidantes, nutre el rostro a fondo y combate tanto la falta de hidratación como los signos del envejecimiento.
Su método de empleo es tan sencillo como el resto de mascarillas que hemos visto, pues se aplica exactamente igual.
Encima, no cuenta con efectos adversos y es capaz de devolverle la luminosidad y elasticidad perdidas al cutis.
Por tanto, si buscas un producto apto para todo tipo de pieles, eficaz, con resultados visibles en poco tiempo y con una buena relación calidad/precio, esta será una gran compra sin ningún tipo de duda.