En invierno es importante que cuidemos nuestra piel como se merece y que seamos capaces de mimarla un poquito más. Una buena manera de conseguirlo es apostar por un aceite corporal, que le aporte nutrición y la deje sedosa. Pero, ¿cómo saber cuál es el mejor?
Además de que cada tipo de dermis es un mundo, en el mercado existe una gama tan amplia de cosméticos que resulta complicado saber qué alternativas son mejores que otras.
Mi consejo es que siempre busques productos con formulaciones naturales y que analices bien el producto.
Al fin y al cabo, encontrar un aceite que sea eficaz implica un desembolso de dinero, por lo que conviene que sea una decisión sobre la que hayas reflexionado antes.
Con el objetivo de ponerte las cosas más fáciles antes de que acabe el año, recopilo cuatro interesantes opciones con las que puedes hacerte.
Aceite Corporal Akento
Este aceite me ha conquistado. Por su ligereza y suavidad, por su aroma celestial, y por su fórmula natural que nos soluciona un montón de problemas.
Hidrata y alivia las pieles resecas, nutre y repara las más castigadas, da luminosidad a las opacas y nos libra de los signos del envejecimiento prematuro.
Pero su fórmula concentrada llega más allá, y consigue prevenir y revertir problemas tan comunes como la flacidez, las estrías o la celulitis.
Para conseguirlo ha unido los 14 mejores aceites vegetales: almendras, lino, chía, aguacate, argán, macadamia, avellana, babassú, jojoba, rosa mosqueta, coco, girasol, oliva y marula; extractos frutales y verbales, y dos compuestos marinos.
Es de agradecer la cuidada selección de ingredientes limpios y naturales, algunos de ellos de cultivo ecológico, y evitar el uso de conservantes, parabenos o aceite mineral. Para evitar cualquier tipo de irritación también están fuera las fragancias artificiales y el alcohol.
Perfecto para cualquier persona que quiera mimar su piel con el mejor producto, y recomendado por la marca para embarazadas que quieran evitar la formación de estrías.
Su aroma, también conseguido de forma natural, es puro placer sensorial. Cítricos, lavanda, ylang-ylang y verbena inundarán tu piel con un olor de lo más sugerente.
Y su consistencia raya la perfección, pues es el equilibrio ideal entre un aceite seco y uno untuoso, con lo mejor de ambos mundos. Se absorbe en apenas segundos, llega a las capas profundas y no deja residuos grasos.
La aplicación es una experiencia sumamente lujosa y agradable que podrás repetir todas las veces que quieras. Te aconsejo que lo pruebes después de la ducha, con la piel limpia y exfoliada.
Y el aplicador es todo un acierto, pues así no sale todo el líquido de golpe y no se malgasta producto.
El único punto negativo que le pongo es que con 100 ml no me dura demasiado tiempo. Lo bueno es que tiene una relación calidad-precio de lo mejor.
Aquí puedes comprobar su precio
Aceite corporal Reina de Egipto de Alqvimia
Seguimos con un producto muy famoso del que ya hemos hablado en otras ocasiones debido a que su llamativa fórmula de origen natural y su peculiar packaging hacen las delicias de muchas consumidoras.
Más allá de que no cuenta con ingredientes irritantes, dañinos o parabenos, hay que destacar que sus compuestos nutritivos la hacen apta para aquellas pieles más secas que necesitan una hidratación a fondo durante estos meses de frío.
Entre ellos encontramos el óleo vegetal de almendras dulces, un excelente humectante que con sus grandes cantidades de vitamina E, antioxidantes y omega 3 y 5 ayuda a frenar el fotoenvejecimiento prematuro de la dermis.
Al combinarlo con el aceite de naranja amarga (que actúa como antibacteriano, antiséptico y fungicida) y una base de oleorresinas de bálsamo de incienso y mirra (unos tónicos que también rejuvenecen), nuestra piel queda restaurada y protegida frente a los factores externos.
A su vez, la textura sedosa y el agradable aroma que le otorga el benzyl benzoate obtenido de aceites esenciales consiguen que la experiencia sea muy agradable, aunque quizá aquellas pieles más grasas noten después algunos brillos molestos o cierta sensación pesada.
Al menos, el líquido se extiende sin dificultades, aunque es algo difícil de extraer, ya que su tapón con cuentagotas nos va ofreciendo una pequeña dosis cada vez, lo que hace algo tedioso el proceso.
En relación a su envase, es realmente bonito y a simple vista parece muy elegante, aunque también demasiado sobrio para mi gusto.
El problema es que el bote no es completamente opaco, por lo que deberás guardarlos protegido de los rayos del sol para que el contenido no se deteriore.
Por desgracia, tampoco viene mucha cantidad, ya que solo cuenta con 150 ml que se agotan bastante rápido. Por ello, su precio de entre 50€ y 60€ puede ser algo elevado dependiendo de los resultados que te ofrezca.
En ese sentido, creo que es adecuado para hidratar y dejar la dermis suave, sedosa y con brillo…
Siempre que no la tengas excesivamente grasa. Además, suaviza los hoyuelos, aunque debes tener en mente que no consigue hacer desaparecer la piel de naranja por completo.
Musclease Active Body Oil de Elemis
Con un interesante y llamativo formato, este producto consigue captar nuestra atención desde el primer momento gracias a su color azul intenso, que parece brillar con luz propia, y a su elegante tapón plateado.
A su vez, detrás de esta estética tan cuidada se esconde un cosmético realmente interesante, que promete relajar nuestro cuerpo para que podamos descansar como nos merecemos después de una larga y agotadora jornada.
Si consigue este efecto es debido a que en su composición nos encontramos con extractos de pino marítimo (que otorga un efecto de fotoprotección y mejora la pigmentación) y espino amarillo (calma la irritación y fortalece la barrera natural de protección).
Estos dos ingredientes se complementan con la presencia de extractos de hinojo marino (reduce las arrugas, unifica la dermis y disminuye la secreción de sebo) y aceite esencial de romero (un eficaz cicatrizante que regenera nuestra piel).
Es decir, que en este producto la riqueza del mar se da de la mano con el poder del aroma intenso.
O, al menos, eso es lo que afirma la marca. En lo personal, creo que se acerca bastante a la realidad, ya que su agradable olor te transporta directamente a la naturaleza.
Lo malo es que la fragancia añadida puede ser algo agresiva para aquellas pieles más sensibles, por lo que debes ir con cuidado si este es tu caso.
Como su textura es bastante líquida, se extiende sin problemas y no necesitarás grandes cantidades para cubrir una superficie amplia del cuerpo.
También se absorbe con rapidez y no deja restos, aunque de la misma manera, la nutrición que aporta es menor de lo que me gustaría.
Por lo demás, siento que se queda algo cojo a la hora de conseguir cambios visibles en la dermis, ya que ni nutre demasiado, ni trabaja especialmente las arrugas ni consigue frenar ni un poquito la celulitis o las estrías.
De esta forma, recomendaría su uso solo en el caso de pieles grasas que quieran disminuir la presencia de brillos o de granitos.
Teniendo en cuenta todo esto, sale relativamente asequible, ya que el envase con 100 ml cuesta en torno a unos 50€.
Perfect Forms de Germaine de Capuccini
A base de semillas de Baobab (con un poder extraordinario a la hora de regenerar las células cutáneas, mejorar la elasticidad, calmar las zonas dañadas, nutrir y curar la dermis en general), obtenemos este delicado aceite corporal muy rico en nutrientes.
Está especialmente pensado para personas que hayan sufrido cambios bruscos de peso recientemente, ya sea por dietas, deportes, embarazos u otros motivos.
Esto se debe a que es también un gran reafirmante, que lucha contra la flacidez y devuelve la elasticidad perdida.
Si esto es posible es gracias a que en su formulación también encontramos aceite de abedul (un humectante con un efecto calmante), de semilla de Lupinus Albus (protege frente a los factores externos y reduce rojeces y asperezas) y de zanahoria (un gran antioxidante).
La lista de ingredientes la cierra la centella asiática, un clásico de la cosmética debido a que sirve para tratar diversos problemas cutáneos a la vez que renueva los tejidos, promueve la propia producción de colágeno, hidrata y previene la aparición de arrugas.
La mezcla de estos elementos con óleo de albaricoque también hacen que la fragancia resultante sea dulzona y demasiado empalagosa, por lo que no será apta para quienes prefieren aromas más sutiles.
Su textura es bastante más densa de lo que parece, aunque no por ello resulta especialmente aceitosa.
Lo mejor es que no mancha la ropa y que se absorbe rápido, lo que facilita mucho el método de empleo, que por lo demás es algo incómodo, ya que cuesta extenderla.
En relación a los resultados que ofrece, es cierto que en poco tiempo deja la dermis más suave al tacto. Pero para lo demás hay que esperar varias semanas, que es lo que tardará en lucir la piel algo más firme y tersa.
Su bote de cristal es bastante curioso, pues es de pequeño tamaño y con un tapón de madera.
Sencillo y bonito, aunque el hecho de que sea translúcido no conviene a la conservación del producto, así que recuerda tener cuidado con él.
El precio en esta ocasión es bastante parecido a los que ya hemos visto con anterioridad, pues el envase con 100 ml cuesta cerca de 50€, por lo que de nuevo resulta algo elevado.
Aceite corporal Mondeconatur Silhouette
Cerramos con un cosmético que asegura ser capaz de esculpir la silueta gracias a que elimina el exceso de grasa de una forma completamente natural.
Por tanto, su combinación de ingredientes provenientes en su mayoría de cultivo ecológico logra un triple efecto modelante, depurativo y lipolítico.
Debido a que en su formulación nos topamos con aceite de almendras dulces y una combinación de aceites esenciales (entre los que encontramos el de nuez moscada, pomelo, jengibre, canela y limón), consigue aportar hidratación y elasticidad a la dermis.
De esta manera, recupera su flexibilidad perdida. Encima, activa la circulación sanguínea, de forma que esta pueda aportar a todo el cuerpo los nutrientes necesarios.
Sin embargo, por mucho que promete quemar grasas, la verdad es que los resultados tardan bastante en apreciarse y son más sutiles de los que me habría gustado.
Hasta pasado casi un mes no noté mi cuerpo ligeramente más terso y esculpido.
Por otro lado, donde sí cumple es a la hora de aportar nutrición, ya que tras un uso continuo de este aceite pude apreciar cómo mi cuerpo estaba menos seco y dañado, incluso en aquellas semanas en las que hacía más frío.
La verdad es que no me gusta demasiado su diseño, pues me recuerda al de un jarabe para la tos con su bote semitransparente en tono marrón y su simple etiqueta blanca, casi parece una imitación del de Alqvimia.
Por eso, te recomiendo que lo guardes lejos del botiquín, no vayas a tener un accidente en un despiste.
Aunque, por otro lado, es cierto que el bote es práctico para conservar el producto, ya que al menos los rayos del sol no lo atraviesan del todo. Así que en ese sentido no está mal.
Lo mismo ocurre con su precio, que aunque ronda los 55€, a cambio nos ofrece 500 ml de producto.
Tras este listado, espero que te hayas hecho una idea de cuál es el mejor aceite corporal para tu caso o, al menos, es el que más pueda adaptarse a tus necesidades concretas.