Es un potente antioxidante que mejora la textura y el tono de la piel. ¿Quieres saber cuáles son los beneficios de la vitamina C para la cara? Pues, en este post, te descubrimos sus ventajas y, además, te explicamos cómo lo puedes usar para beneficiarte al máximo de sus propiedades.
La vitamina C, también conocida como ácido ascórbico, es una sustancia hidrosoluble que cumple una función muy importante dentro del desarrollo, crecimiento y reparación de los tejidos.
Este poderoso antioxidante no sólo combate la acción de los radicales libres, principales causantes del envejecimiento de la piel, sino que además, es un principio activo que ayuda a prevenir los resfriados y otras enfermedades como el cáncer, la artritis o problemas de corazón.
Pero, ¿cuáles son los beneficios de la vitamina C para la cara? Aquí te contamos lo que este nutriente esencial puede hacer por tu piel y cómo puedes usarlo y tomarlo para sacarle el máximo partido.
Vitamina C para la cara: Beneficios
Combate el envejecimiento de la piel
La vitamina C es un poderoso antioxidantes que neutraliza los radicales libres y evita el estrés oxidativo.
Los radicales libres son unas moléculas que se forman principalmente debido a la exposición solar o por hábitos de vida poco saludables como fumar.
Estas moléculas son las causantes directas del envejecimiento prematuro de la piel y, por ello, la vitamina C tiene un papel fundamental a la hora de combatir la degradación de colágeno y, por lo tanto, la aparición de la flacidez y las arrugas.
Protege frente a la contaminación
La vitamina C no sólo protege frente a la acción de los radicales libres; también es un aliado imprescindible a la hora de contrarrestar los efectos nocivos de la contaminación.
Esta sustancia protege la dermis contra el ozono y, aparte, ayuda a reparar los daños celulares que causa.
Por eso, la vitamina C está especialmente recomendada para aquellas personas que viven en grandes ciudades y están sometidas a altos niveles de contaminación a diario.
Refuerza la barrera cutánea
Aumenta la producción de lípidos y ceramidas, reforzando así la función barrera de la piel y manteniendo los niveles óptimos de hidratación.
De esta forma, la tez está más suave y elástica y preparada para hacer frente a los primeros signos del envejecimiento.
Estimula la producción de colágeno
El colágeno es una sustancia que está presente de forma natural en el organismo y que actúa como un sostén uniendo los tejidos cutáneos. Aporta elasticidad y firmeza y deja la piel más suave y tersa.
Con el paso de los años, su producción disminuye dando lugar a la flacidez y a la aparición de arrugas y líneas de expresión.
La vitamina C aumenta la formación de colágeno y evita que aparezcan los signos de la edad.
Reduce la inflamación
La vitamina C alivia la irritación y calma el enrojecimiento. Además, también reduce la inflamación por lo que es perfecta para la piel sensible y para combatir algunos problemas cutáneos como la rosácea o el acné.
En el caso del acné, también ejerce una acción exfoliante que limpia en profundidad los poros evitando su obstrucción y regula el exceso de grasa.
Y no sólo eso. Reduce las marcas producidas por los granos y tiene propiedades antibacterianas.
Protege frente a las radiaciones solares
Reduce los daños que las radiaciones solares UVA y UVB que aceleran el envejecimiento de la tez y provocan la aparición de las arrugas y la flacidez. También reducen el aspecto de las manchas oscuras provocadas por los rayos UV.
Eso sí, no es un protector solar en sí. Si quieres proteger tu piel del astro rey, deberás usar un protector solar con un factor de protección muy alto (SPF 50+).
Aporta luminosidad
Las células muertas se acumulan en la piel y hacen que la tez tenga un aspecto cetrino y apagado. La vitamina C actúa como un exfoliante eliminando las impurezas y aporta a la tez más luminosidad.
Además, también mejora y unifica el tono. Previene y reduce las manchas oscuras provocadas por los rayos UV.
También inhibe la producción de melanina y es un excelente aliado para combatir el melasma y conseguir un tono más uniforme.
Vitamina C para la cara: ¿Dónde se encuentra?
Alimentos con vitamina C
La vitamina C está presente en frutas y verduras como los pimientos rojos, la grosella negra, la guayaba, las coles de Bruselas, el perejil, el brócoli, el kiwi, el bulbo de hinojo, las uvas, las fresas, la albahaca, el caqui o la papaya.
Puedes incluir estos alimentos dentro de tus platos y también puedes elaborar deliciosos zumos y batidos con la fruta.
Si quieres potenciar su efecto, te recomendamos que, en la medida de lo posibles, las comas crudas, así podrás beneficiarte de todas sus propiedades.
Suplementos alimenticios
No siempre es posible tomar alimentos ricos en vitamina C ya sea por falta de tiempo o de ganas y, en este sentido, los suplementos alimenticios son la mejor opción para garantizar la dosis diaria que el organismo y la piel necesitan.
Puede elegir un complemento que sólo contenga vitamina C o, si lo prefieres, también puedes optar por otros productos que combinan colágeno hidrolizado o ácido hialurónico que son también sustancias esenciales para el cuidado de la piel.
Cosméticos con vitamina C
Serums, cremas, contornos de ojos, mascarillas, … Hoy en día, puedes encontrar una gran variedad de tratamientos cosméticos que contienen vitamina C en altas concentraciones.
Estos productos están especialmente indicados para combatir los signos del envejecimiento y restaurar la juventud de la piel.
También ayudan a aclarar el tono y aportan más luminosidad. Y, como te decíamos antes, son excelentes aliados para combatir el acné o la rosácea.
Si estás buscando tratamiento más intensivo, te recomendamos que optes por usar un serum rico en vitamina C todos los días; y 1 o 2 veces a la semana uses una mascarilla de vitamina C.
Notarás una mejoría considerable a nivel de tono y de textura.
Algunas opciones que puedes probar son: el serum de vitamina C de Mercadona.
Aunque si tengo que recomendarte uno, ese es el serum Antiage de Nezeni.
Ahora que ya sabes cuáles son los beneficios de la vitamina C para la cara, es el momento de comenzar a reponer y equilibrar sus niveles para lucir una piel radiante y joven.