Mi review del Aceite Body Sculptor de Alqvimia

Mi review del Aceite Body Sculptor de Alqvimia

Para recuperar la piel después de un largo día, evitar que se quede seca y esculpir el cuerpo, es muy recomendable apostar por cosméticos nutritivos. Eso me llevó a probar el Body Sculptor de Alqvimia, del que había oído maravillas.Mi review del Aceite Body Sculptor de Alqvimia

Sin embargo, si lo que quieres es reducir volumen y reafirmar la piel, nada mejor que el anticelulítico de Akento, mi arma secreta para lucir cuerpazo. Por eso te lo recomiendo en mi selección de las mejores cremas anticelulíticas.

La marca es bastante famosa por los resultados que ofrece, la suavidad que caracteriza a sus productos y su llamativo packaging, tan sobrio y elegante. Por tanto, era casi obligado darle una oportunidad para descubrir que me parecía.

Sobre todo porque quería recuperar mi forma y cuidar mi silueta. Para eso último, este cosmético parecía una gran alternativa.

Si está a la altura de lo que promete o no, es lo que te contaré a continuación a lo largo de esta reseña.

La clave principal: su fórmula

Para conseguir tonificar e hidratar, es importante que sus ingredientes sean eficaces y se encuentren en altas dosis. Solo así los resultados se notarán relativamente rápido y se mantendrán a lo largo del tiempo.

En este caso, se supone que su formulación es lo que logra moldear la silueta al ejercer una poderosa acción liporeductora. Así, consigue reducir algunos centímetros (hasta 2,5 según la marca) en zonas clave, como la cadera, los muslos o los glúteos.

Su capacidad viene de los 13 aceites esenciales que encontramos en su INCI, entre los que encontramos:

  • Aceite de avellana: un gran antioxidante con un elevado contenido en Vitamina E que previene los daños causados por el sol, por lo que combina perfectamente con el aceite de girasol, de propiedades similares.
  • Aceite de lavanda: que destaca por sus propiedades antibacterianas y antimicrobianas.
  • Aceite de almendras dulces: nutre sus múltiples compuestos encontramos magnesio, calcio y fósforo, que nutren y suavizan la dermis.
  • Aceite de ciprés: estimula el drenaje linfático y, así, elimina las toxinas, por lo que tonifica, tensa y desintoxica la piel, haciendo que quede repleta de vitalidad.
  • Aceite de germen de trigo: muy rico en vitaminas que ayudan a cuidar las pieles sensibles, a las que devuelve la elasticidad perdida.
  • Aceite de lemongrass; sus beneficios analgésicos y antimicrobianos mejorar el flujo de sangre de nuestro organismo.
  • Aceite de hinojo: permite combatir los radicales libres y, también, mejorar la elasticidad de la dermis, al igual que el aceite de pimienta, que consigue rejuvenecer el área y aumentar el flujo sanguíneo.
  • Aceite de enebro: ideal para reparar, fortalece y proteger, ya que consigue desintoxicar y prevenir el envejecimiento prematuro.

A ellos hay que sumar otros extractos vegetales, como el de geranio (un antiinflamatorio que devuelve el brillo natural) y el de Cardo Santo (un diurético que ayuda a quemar grasas y eliminar toxinas).

Por tanto, su composición es natural y eso siempre es una excelente señal… Salvo porque también cuenta con un par de ingredientes menos recomendables.

Me refiero al aceite de cáscara de pomelo, que posee cumarinas, lo que suele desencadenar una reacción fototóxica frente a la exposición solar.

También está el aceite de limón, que cuenta con fragancias químicas que pueden ser demasiado abrasivas para pieles sensibles. Por eso nunca debes tomar el sol o exponerte mucho rato a su luz tras el tratamiento.

Una sensación agradable: textura y fragancia

Desde el primer momento, lo que más me ha llamado la atención es que su textura es realmente ligera y hasta algo cremosa, a pesar de ser muy líquida. Al tacto, es bastante agradable, el problema es que es fácil que se escurran unas gotas y acabes manchando el suelo, así que ten cuidado.

Por lo demás, se extiende sin demasiadas complicaciones y se absorbe con relativa facilidad, porque debes esperar unos segundos a que la piel termine de asimilarla antes de ponerte ropa, para evitar que quede pringosa.

Lo bueno es que a pesar de ser un aceite, no deja la dermis demasiado pegajosa ni tampoco repleta de brillos, aunque a veces si se nota la zona brillante. En esos casos, frota un poco más, para ver si esa capa aceitosa desaparece por completo.

En relación a su fragancia, es otro de los elementos más reconocibles de la marca y es verdaderamente intensa. Personalmente, me gusta su olor floral, pero entiendo que pueda ser excesivo para quienes no disfrutan de los aromas fuertes.

Por suerte, pasado un tiempo se difumina, por lo que al menos no te acompaña durante todo el día, como sucede con otras marcas.

En cuanto a la manera en la que debes aplicarlo, no debes preocuparte demasiado al respecto, porque resulta muy sencilla. A diferencia de otros productos, en esta ocasión será eficaz simplemente con que lo utilices una vez al día.

El momento dependerá de lo que te viene mejor, ya que cada persona tiene unas preferencias. En mi caso lo prefiero por la noche, ya que es cuando dispongo de más tiempo para realizar mis tratamientos cosméticos con calma.

Así no me agobio por si tarda en absorberse, ya que no tengo tanta prisa como por las mañanas. Además, me gusta disfrutar de una buena ducha relajante antes de dormir.

Esto que puede parecer irrelevante es más importante de que lo crees, ya que conviene utilizar el producto sobre la piel previamente húmeda, pues es cuando penetrará más a fondo.

Para potenciar sus resultados la marca recomienda combinarlos con sus geles de baño reductores, aunque en mi caso he preferido emplear mi producto habitual para no dejarme más dinero y porque es el que mejor funciona para mi tipo de piel.

En la misma línea, aunque recomiendan que una vez el aceite Body Sulptor se haya asimilado emplees algún tónico tónico porque se supone que mejora los efectos y favorece la completa absorción, yo no he notado demasiadas diferencias, por lo que he optado por saltarme este paso.

Por lo demás, simplemente tienes que saber que debes usar las yemas de tus dedos para extender el aceite y que la mejor manera de aplicarlo es mediante masajes amplios y circulares, que sean ascendentes.

No te olvides de hacer presión y movimientos enérgicos, que así se reactiva la circulación y puede penetrar de forma más directa. Incluso puedes emplear los nudillos en las zonas más afectadas, para que se movilicen las grasas y se rompan los nódulos adiposos.

Asimismo, haz más énfasis en las áreas que quieras trabajar o en aquellas que tienen más tendencia a ganar volumen rápidamente, como son el abdomen, los muslos y los glúteos.

Por último, solo tendrás que esperar. Aunque bueno, lo de “solo” es relativo, ya que el tiempo de espera puede llegar a rondar los 10 minutos. Así que debes tener algo de paciencia.

Sobre el formato y el precio

Como comentaba al principio, el packaging de Alqvimia es muy llamativo y fácilmente reconocible. Con su frasco de cristal ámbar y sus tonos ocres, resulta muy elegante.

Además, al tratarse de un bote opaco, los rayos del sol no pueden degradar el contenido, de manera que este mantiene sus propiedades durante más tiempo. A pesar de todo, lo mejor es que lo guardes en un lugar fresco y seco.

Debes tener en cuenta que es normal que sufra algunos cambios de olor o color, ya que su fórmula es mayoritariamente natural, pero no te preocupes, que esto no significa necesariamente que haya perdido eficacia.

Su doble tapón (primero uno de plástico para proteger el orificio secundario, que hace las veces de dispensador) es muy útil, ya que evita que se salga el aceite si se nos cae y nos permite extraer pequeñas dosis en cada vez, lo que evita el desperdicio.

Por desgracia, su precio es bastante restrictivo y no resulta apto para todo el mundo.

Aunque contiene 150 ml el frasco, al ser un aceite corporal se agota bastante rápido, sobre todo si tienes que usarlo en varias zonas, por lo que los alrededor de 60€ que cuesta me parecen excesivos.

Mi opinión personal de Body Sculptor de Alqvimia

Después de todo lo que hemos visto, está claro que este producto cuenta con múltiples ventajas para empezar, sus ingredientes botánicos de origen vegetal, que hacen que su fórmula sea esencialmente natural.

También destaca su bonito envasado y su agradable aroma, aunque su textura tenga el inconveniente de que a veces deja algunos residuos ligeramente pegajosos y hace que tarde mucho tiempo en absorberse por completo.

Por supuesto, esto tiene que ver con la gran nutrición que aporta, dado que después de cada uso se aprecia la dermis notablemente más suave e hidratada.

De esta manera, si la utilizas a diario, conseguirás que luzca sedosa y bonita.

Es más, en las ocho semanas que lo he estado utilizando, incluso la noto más firme, aunque no siento que haya reducido mi volumen, ni siquiera en la cintura.

Por eso te voy a desvelar mi secreto mejor guardado: el anticelulítico de Akento. Este producto es el que realmente me ha ayudado a deshacerme de mi celulitis y reducir centímetros. ¡Tienes que probarlo!

Otras opciones similares que hemos probado son: la de Somatoline, la de Shiseido, la versión low cost de Mercadona, Lipozone y Roc.

Por tanto, mi opinión del aceite Body Sculptor de Alqvimia es que, si quieres una experiencia nutritiva, le des una oportunidad, pero siendo consciente de lo que te vas a comprar y, sobre todo, que es demasiado cara para lo que realmente ofrece.